Pasan un pincel por sus ojos y él cierra solo uno; sigue sosteniendo su propio teléfono frente a éstos, equilibrando el contacto del maquillador que no le dejaba tranquilo ni en paz un solo segundo, versus la insistencia propia de no dejar de ver el partido de fútbol que se proyectaba en la pantalla de su celular, sin mostrarle mayores novedades. A pesar de que le interrumpiesen cada un segundo, llamando su atención por algo o haciendo que moviera su cuerpo porque le estaban vistiendo, agradecía que la señal —a diferencia de otras veces— no le hubiese fallado. Porque eso sí que le hubiese puesto de mal humor. De muy mal humor.— ¿Aún nada?
TaeMin oye una voz a su espalda y no es necesario que se voltee para reconocer quién es. KiBum ya entendía porqué estaba haciendo eso y no le juzgaba. Luego de una conversación de cinco horas con una botella de vino entre ambos en un reencuentro que tuvieron en Corea, las explicaciones dejaron de ser necesarias.
TaeMin entrecierra un poco los ojos, intentando encontrar la pequeña figura de MinHo en su celular y suspira, terminando por desconcentrar al maquillador que justo ahora trabajaba en sus labios.
— Aún nada.
— ¿Ha estado cerca al menos? Ya está por terminarse el primer tiempo, ¿no?
Asiente sin observarle, estirando los labios cuando se lo piden y haciendo tronar su mano libre porque no entendía cómo aún no lograba acercarse al arco si MinHo ya había jugado contra estos jugadores. En cuatro partidos anteriores, al menos, ya reconocía la técnica de todos; debía reconocerla.
(Porque si él era capaz de saber esa información, luego de ver cada partido en el que MinHo jugaba, MinHo debía asumir eso mucho más porque se trataba de sí mismo).
— Debe estar nervioso —asegura, estirando un brazo y recibiendo esa chaqueta que le colocan, mientras él se turna con sus manos para sostener el celular y así no quitar la vista de esa pantalla que se iluminaba a cada instante—. Lo están atacando mucho, no lo dejan avanzar.
— No sabía que sabías tanto de fútbol.
Levanta la vista y observa a KiBum, fulminándolo con la mirada y queriendo decirle que no debía decir eso delante de todos; de todos esos maquilladores, peluqueros y asistentes de vestuario que ya tenían claro lo que pasaba entre él y ese jugador de fútbol con el que se le fue vinculado meses atrás —tres meses atrás, casi cuatro para ser exactos—.
— Ahora sé.
Se coloca frente al espejo y entrega su celular casi a regañadientes, caminando de manera determinante hacia la fila de modelos para colocarse casi al final de ésta, a diferencia de KiBum que se ponía entre las primeras posiciones. Muerde el costado de su dedo índice y sacude las piernas, obligándose a enfocarse en lo que estaba comprometido y así dejar de pensar en ese partido de fútbol en el que ni siquiera debía estar interesado. Después de todo...
MinHo ni siquiera le había prestado atención la última vez que se habían visto.
Un mes y medio atrás y aún lo recuerda.
No era buena idea recordarlo ahora, pero lo hacía. Aún recordaba su cara, su ropa, sus gestos al verle cuando ninguno de los dos esperaba el encontrarse en una situación que no creyeron tener en común, pero que para otros parecía obvia y evidente. JongHyun había jugado con MinHo y era su amigo, y KiBum era novio de JongHyun y amigo de él. Cosas que ambos obviaron hasta que se vieron y se encontraron frente a frente en la celebración de cumpleaños que KiBum organizó en Corea durante la época de vacaciones en las que todos lograron coincidir en el país.
TaeMin aún recuerda el rostro de decepción que puso MinHo y su bufido que le hizo sentir incómodo. TaeMin nunca había sentido algo por alguien. Algo como una reacción que le hiciera sentir raro alguna vez anterior a esta. Recuerda que esta había sido la primera. Esta había sido la única vez en la que sintió su estómago moverse de manera extraña y su rostro ponerse de forma poco usual, tal como si hubiese probado o recordado algo que le hiciera sentirse triste. TaeMin nunca se había sentido triste por algo o alguien anteriormente. Estuvo seguro que esa era la primera vez que le ocurría y que desde ya, no quería que volviera a repetirse. Entendía que MinHo le odiase de cierta forma, pero no esperó que fuese así de certero con sus gestos, logrando incomodarle cuando él no conocía la incomodidad.
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· Ataraxia ·
Fanfiction"Estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad y la total ausencia de deseos o temores". 3shot 2min. MinHo es futbolista y TaeMin modelo.