Exiliada

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Natasha:

Creo que fue una gran idea hacer que Stephanie viera por lo menos desde mi perspectiva-y de la de todo el mundo-como se ve ella en realidad, espero que abra los ojos. Irme corriendo y dejándola con la duda no creo que haya sido una gran idea pero ¿Qué podría hacer? ¿Decirle: esa eres tú? Por supuesto que no, no iba a creerme e íbamos a discutir de nuevo, y no, no quiero eso.

El problema de mi decisión es que ahora me encuentro sola en medio de la penumbra del bosque, no sé ni siquiera en donde estoy, a oscuras no puedo diferenciar en que sector del bosque me encuentro, solo puedo ver muchos árboles, pinos, arbustos; escucho el cantar de los búhos y de otras criaturas nocturnas. Como aquí no hay contaminación lumínica puedo ver perfectamente las estrellas y la luna emitiendo su luz para ver-o intentar ver-mí caminar.

Entre pasos inseguros y sin el más mínimo interés de volver a mi campo sigo explorando en la oscuridad, hasta que logro caerme. Al levantarme del suelo veo como cucarachas cubren mis pies y empiezo a gritar mientras las aparto de ellos, pero todo el suelo está cubierto de ellas. Empiezo a correr y vuelvo a caerme en un pozo lleno de gusanos los cuales ahora salen de mi boca cada vez que intento gritar, a mi alrededor veo arboles crecer tan alto como para alcanzar la luna, todo empieza a dar vueltas, arañas caen desde el cielo, empiezo a llorar y a llorar y abrazo un árbol, pero de este empiezan a bajar serpientes, varias suben encima de mí y veo como mis dedos toman la forma de serpientes, siento como todos los arboles empiezan a caer detrás de mi e intento alcanzar la luz. Veo una figura femenina al final del camino, la cual empieza a tomar una forma alta y muy delgada, todo se vuelve borroso y corro hasta que la chica toma de mi mano y todo se torna negro.

Abro los ojos, y al aclarar la vista puedo ver que no amanecí en mi campo, sino en una parte del bosque que jamás había visto. Estoy acostada sobre una cama de madera con un suave colchón, esta cama tiene encima una especie de techo con cortinas, está en el medio de un claro y junto a un cuerpo de agua ¿Quién me trajo aquí?

Me siento y veo a todos lados en busca de la persona que al parecer duerme en esta cama, y a lo lejos veo a una mujer pelirroja teñida, su cabello llega hasta el trasero, es algo ondulado. Trae puesto un vestido rojo con un estampado de puntos blancos con la falda corte A, esta descalza y de espalda, de pie, viendo a la nada.

Carraspeo para llamar su atención y la mujer voltea. Y viene hacia donde estoy yo.

-¿Cómo te sientes?

-Bien, gracias-conteste algo insegura-¿Quién eres?

-Mi nombre es Melanie, ¿El tuyo?

-Soy Natasha, se que sonara algo raro pero es extraño que no sepas quien soy.

-¿Eres alguien importante? ¿Una actriz? ¿Celebridad?

-Pues no-contesto confundida-

-¿Por qué habría de saber tu nombre?

-Soy...no importa

-Lo siento, llevo lejos de la manada mucho tiempo.

-¿Y por qué?-pregunto curiosa-

Quedo mirándome unos segundos, pensando su respuesta.

-Me exiliaron hace doce años-confesó-desde entonces vivo aquí.

Su rostro lucia cansado, su mirada expresaba soledad, como si a través de ellos pudiera emitir un grito pidiéndome que me quedara con ella, por la forma en que me trata se ve que lleva mucho tiempo sin convivir con una persona y eso es muy triste. Nadie meceré vivir solo.

Ese Lugar....El BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora