Ser feliz

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Ya pasaron dos años, de aquella noche de pesadillas, donde perdí los colores que no había notado que tenía.

Todo se volvió de un agobiante grís, tampoco  puede llegar a ser negro porque sigo dudosamente vivo y el blanco te lo llevaste tú con aquella sonrisa de ángel.

Me siento en el limbo, lo único que me queda de vida es mi respiración, y la muerte no llega porque no me dejaste morir.

Tomo asiento en el prolijo césped y veo a la gente pasar con una extraña paz que nunca llegué a sentir. Seguro ellos pudieron hacer lo que yo nunca logré, despedirse y sentir la última gota de vida derramándose de aquel ser querido dignamente.

Leo la inscripción escrita en piedra, Colomba Ruiz, 1997-2014. "La vida es un regalo, aprovecha cada segundo porque el tiempo en contra será tu mayor enemigo".

Lágrimas indiscretas ruedan por mis mejillas al recordar. Traigo conmigo la carta que encontraron junto a tu cuerpo, aquella que nunca me atreví a abrir aún sabiendo que era para mi. Me atreveré finalmente pero necesito que sepas algunas cosas.

--Colomba, como iniciar, he guardado esto por dos míseros años y ya no puedo más; te amé, lo prometo por todo lo que vivimos juntos. Me dí  cuenta, pero cuando ya era tarde.

《¿Cómo paso? Te preguntarás, y solo puedo pensar ¿Cómo no amarte?

《Tu fuiste la que le dio color a mis días, la que me inculcó esperanzas y me enseñó que no todo en la vida era de hielo.

《Amabas la vida de una forma que nunca supe comprender, pero me diste las ganas de despertar cada día.

《Fuí un egoista y mucho más, tan preocupado en mis problemas que no me di cuenta que tu abandonabas los tuyos para resolver los míos. Cuantas veces te lastimé sin remedio por mi falta de conciencia. Aún así te quedaste cuando todos ya se habían ido.

《Tus ojos verdes llenos de alegría, alumbraron mi camino y lo llenaron de flores.

《Me enseñaste que cada persona era única y brillante a su manera, que cada una merecía la oportunidad de crecer y ser perdonadas.

《Tenías tanto amor por dar sin esperar nada a cambio y lo perdí. Nunca te merecí, me dejé llevar por las voces del miedo y no te quise ver.

《Jamás me lo perdonaré ¿sabes?, por mi perdiste lo que más valorabas, la vida, aún me pregunto ¿Por qué tu? Habiendo tantas personas lamentando  vivir, tuviste que ser tu.

《Perdoname ángel por todo lo que no dije, por ser un decerebrado, por nunca preocuparme de nada o nadie más que no fuera yo. Te amaré hasta el final sin importar que.

《Soy un ser tan defectuoso que no merecia ni si quiera ser tu mejor amigo. Tu único error fue quedarte y dejar que te destruyera poco a poco.

Secó  mis ojos llorosos y nublados para abrir la carta.
El perfume de las hojas que siempre ocupabas al escribir me invadió llenando con nostalgia.

Hola Diego...

Hace mucho que no hablamos ¿No?, no te culpo, se que estás ocupado ignorando al mundo.

Quería decirte algo muy importante en persona pero como se que no me abrirás la puerta lo haré en estas lineas.

Por Dios idiota tienes que dejar de pensar en que no vales nada, que no eres sufiente solo porque unas personas ingratas no te supieron querer.

Eres un hombre asombroso y valiente, con tanto orgullo como para pedir ayuda. No tienes que ser fuerte 24\7, llorar no esta mal, deja de ver lo negativo de las cosas y date cuenta de lo que tienes, ¿Tus padres no te quisieron? ¡Pués yo si que te quiero! ¡Te amo como no te das cuenta!.

Rastro De Una Estrella FugazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora