Siento que al estirarme cada uno de mis huesos y músculos marcados por la edad se vuelven mas frágiles y pierden la poca resistencia que les quedaba. Con cada paso la vejez avanza en mi y me recuerda constantemente que la muerte siempre esta a la vuelta de la esquina asechando, esperando un descuido para atacar, en estos momentos de mi vida solo tengo cabeza para él pasado porque se que no hay futuro, que después de esto solo quedara él sueño inquebrantable, a algunos de mis viejos camaradas la muerte les asusta. Piensan que quieren tener mas tiempo. En cambio a mi me pasa lo contrario. He vivido con nostalgia y añoranza durante mucho tiempo viendo las imágenes que surcaban mi mente, recordando al amor de mi vida y sufriendo después de que entendí lo que significaba la perdida. Viví toda mi infancia pensando que era miserable cuando realmente pesarlo ya me hacia serlo. Realmente nunca fui miserable sino hasta que perdí a lo que mas amaba en esta vida así que la muerte seria un favor para mi, algo que por fin me daría paz. Mi garganta se vuelve a quedar seca así que toso y en cuanto lo hago Lena aparece meneando su larga cabellera marrón y mirandome con paciencia y un toque de familiar alegría.
-¿Quiere agua?-su pregunta me resulta áspera como una lija, claramente quiero agua, me estoy ahogando.
Se acercó a mi mesita nocturna y me sirvió un vaso lleno de agua. En estos momentos me siento como esa agua, tranquilo, calmado y completamente transparente, bebo y ella carraspea.
-Bueno, ¿ya me puede contar su historia?.
-Si eso hará que me dejes de fastidiar, si. Ayudame a sentarme- tomó mi torso con delicadeza y jaló hacia arriba para ayudarme a recostar la espalda de la parte de atras de la cama.
-Mmmm, ¿por donde empezar?-sonrío y me rasco la nuca.
-Por su nacimiento estaría bien-su voz ansiosa me pedia comenzar.
No podía contarle mi vida viendola a la cara asi que decidí mirar hacia la ventana donde los ultimos rayos del sol hacían un espectaculo de colores naranjas que se filtraban dentro de la habitación, dándole vida.
-Bien, Marcus Maglogan Gillis, na-
-Espere y ¿su segundo nombre?-
Puse los ojos en blanco.
-No tengo y nunca he pensado que me haga falta, las personas con dos nombres me parecen bipolares como tener dos identidades y yo me conformo con el mío, corto y simplemente perfecto-río y mi pecho me empieza a arder- una vez conocí a alguien que amaba esa palabra "perfección". Decía que todo debería ser así. Bueno pronto llegaremos a esa parte. Nací el 5 de diciembre de 1927 en una familia humilde pero luchadora mi padre siempre decía "gente rica, caras tristes" nunca quiso que me sintiese mal por ser pobre, no eramos como las familias pobres normales, yo no tenía 12 hermanos o algo por el estilo, era solo yo, mi abuelo y mi papa, mi mama murió a mis siete años, en un accidente de auto y desde entonces me las tuve que arreglar para ayudar a papa con las cuentas, no tuve una mala infancia, simplemente no tuve una infancia normal aunque creo que nada en mi vida lo era, no?-suspire.
-No hable en pasado, por favor-suplicó Lena.
-Sabemos que esta es mi ultima ronda-le sonreí intentando encontrar algo de su madre en ella, en su rostro-bueno-empece a toser, mi pecho y garganta ardían y lagrimas escapaban por el dolor, señalé mi mesita de noche, a mi lado- busca dentro una carta y leela-dije cuando ya me hallaba mas calmado.
-Ya voy, ¿quiere mas agua?-me dió de beber antes de abrir mi gaveta, cuidadosamente metió su mano en la pequeña gaveta de mi mesita y saco la única carta que allí estaba- ¿esta es?.
-La guardo para no olvidar quien fuí y quien sigo siendo muy en el fondo, leela, te la obsequió.
Me miro un momento como si dudara en aceptar pero luego la abrió y empezo a leer en voz alta.
"Que puedo decir mi vida es tan complicada como un problema matemático o casi como un teorema, mi familia es disfuncional, tengo problemas para encajar, una historia como de telenovela, amigos falsos y un apariencia tan patética que ningúna chica se fijaría en mi, pues si, Marcus Maglogan es todo un tren saliendo de las vías.
Pero mi mayor problema es Cristopher, el chico que sucumbe cada noche en mis sueños para convertirlos en pesadillas que me impiden dormir y bueno no es para menos si cada día al llegar a la escuela esta el con su grupo de ineptos, su sonrisa de catálogo y todas sus ganas de quitarme el desastroso desayuno elaborado por mi papa, el poco dinero proporcionado por mi abuelo, mis cuadernos escritos a medias(porque realmente no presto mucha atención a las clases), acabar con mis zapatos recién lustrado y golpearme hasta que mi nariz sangre y tenga que ir de emergencia a la enfermería del cotizado colegio en el que tengo una beca que mantener, trabajo que no hago muy bien, aunque en mi defensa no tengo tiempo para preocuparme por esas cosas como son el estudio, pues estoy muy ocupado ayudando en casa con los quehaceres o viendo que me invento para ayudar a pagar la renta o las cuentas atrasadas. Pero volviendo al punto el mayor defecto de Cristofer es que finje ser un santo cuando realmente no lo es, y si lo admito lo envidio pero solo lo envidio por el hecho de que tiene una relación muy cercana con la muchacha más bella del cole, de Beth la cual se podría decir que es la chica de mis sueños, y es por eso que él tarado de Cristopher me odia tanto.Pero hoy en especial estaba bastante asustado pues me había colado a la fiesta de cumpleaños de Beth que si les soy franco es para gente fresa y como era de disfraces traje un antifaz que combina a la perfección con mi traje de el príncipe Caspian, pero no me acuerdo en que momento había sacado a bailar a Beth que estaba vestida de princesa, su traje largo y abombado de color azul pastel hacia contraste con su cabello zanahoria que caía en ondas sobre sus menudos hombros y sus preciosos ojos verdes, pero en medio del vals llego Cristofer y justo ahora mi labio esta roto, mi ojo inflamado y por primera vez también lo logre lastimar un poco pues tiene un corte en su ceja y un buen moretón cerca del ojo.
La estaba viendo estaba viendo a Beth desde mi lugar agradeciendo el descanso que nos dimos Cristofer y yo, mis ojos suplicaban que la chica que estaba en medio de aquel patán y este pobreton se acerque a mi lado en vez de al de el y me diga que me apoya y que me quiere, pero no lo hace, se va con el y a mi me deja con mis problemas y con los demonios de mi pasado pisándome los talones. Acabando con cada una y todas mis ilusiones.
Pero eso fue hace mucho tiempo asi que pasemos a la parte mas importante, mi cumpleaños numero 16"
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Estoy muy emocionada por este nuevo proyecto, espero les guste esta historia tanto como a mi....xoxoxo.
Scarlett.

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Hipofrenia
RandomToda su vida a sufrido por alguien. Esta destinado estar con alguien mas. Su pasado le está pesando. No es tiempo para reparar en pesos. Marcus tiene pocos días para rememorar todo lo que ha vivido, sin importar lo que duela recordar ¿deberá hacer f...