-________ Price , es un gusto Louis, pero debo entrar ahí- dije señalando la casa.
-¿Me contarías? –dijo sonriendo.
-No es nada lindo como parece, me acompañas me da miedo entrar. –dije triste.
-Claro, pero prometes contarme todo. –dijo
-Obvio- dije teniéndole la confianza de haberlo conocido hace años.
Y ahí fue como nos levantamos del suelo y nos dirigimos a la puerta de la casa. Tocaba el timbre, luego de la desesperación empecé a tocar con la mano fuertemente la puerta, nadie abría, no me quedó otra que empezar a darle golpes con los pies para despedazarla, pero al parecer tenía demasiada resistencia.
-¿Podrías ayudarme? –dije mirando a Louis. E inmediatamente le daba golpes fuertes, pero nada.
-Necesito entrar –dije con lágrimas en los ojos.
-¿Por qué tanta necesidad? –dije insistente.
-Porque- dije con un sollozo- debo ver si está Harry y si no está- hice una pausa- es que lo mataron- dije y exploté de llanto.
-Lo siento-dijo triste-espera aquí- y solo lo vi darle la vuelta a la casa.
Miles de cosas pasaban por mi cabeza, por ejemplo, empecé a gritar su nombre, él no me dejaría como estúpida gritando por él, a menos que no me quiera, y no creo que sea así.
-Ven-dije Louis llegando.
-¿Encontraste como abrir? -dije entusiasmada y de igual manera con lágrimas.
-Una ventana, podemos pasar por ella, ven- dijo llamándome.
-Hey Louis- dije para que me mirara.
-Dime- dijo lindo.
-Gracias por hacer esto sin conocerme- dije con una linda sonrisa.
-Se ve que eres genial- dijo y entre con él por la ventana.
Televisor prendido, nadie en el sillón, no pude avanzar luego de ver eso, necesitaba apoyo y el único que estaba junto a mi era Louis, un total desconocido que conocí hace unos minutos que me estaba brindando muchísima confianza.
Me quedé en shock viendo donde pase unos días felices con Harry, no estaba en la sala de estar, pero todavía quedaba el resto de la inmensa casa. Lo que me sorprende es que no se haya alarmado con estos sonidos, tenía fe en encontrarlo con vida.
-Tranquila-dijo tomando mi mano- vamos.
Recorrimos cada centímetro de su casa, estaba desesperada, lloraba cada vez menos, solo me quedaba una posibilidad de encontrarlo, su habitación.
Entré con temor, nadie, nadie estaba ahí, recuerdo su cama, arriba solo traía una manta blanca, en cambió ahora, estaba con una gran mancha roja. Miré con mucho pánico, eso no, eso no era sangre de Harry. Louis veía impactado la escena junto a mi, no me dejaba de sujetar, luego de varios minutos mi celular vibró y un mensaje llegó.
“Deja de buscar, solo queda la sangre que estás viendo, él está muerto, eres tan tonta que no lo entiendes, supéralo y cuida a tu nuevo amigo, que le podría pasar lo mismo, no lo busques, porque ni su cuerpo encontrarás.” –Anónimo.
-You&I
