- ¿Acaso tienes diarrea Lauren?
- Oh cállate Amber, que haya ido al baño más de cuatro veces no quiere decir que tenga diarrea. - Mi rubia amiga suelta una carcajada y yo le lanzó un calcetín sucio que encontré por el piso de su habitación.
- ¡Oye! Podría demandarte por la destrucción de mi bello rostro.
- ¿De qué belleza hablas? Si fueras hermosa yo sería multimillonaria , cara de pera.
- Mi estructura ocia es perfecta, corazón de piedra. - Amber rueda por toda la cama hasta llegar a mi lado tirando algunas blusas al piso y suspira - Charlie tiene dos días sin hablarme, Roey y está matándome no obtener ninguna respuesta a mis mensajes, es horrible.
Me levanto dejando sola a Amber en la cama y ruedo los ojos poniéndome al lado de la mesita de noche a unos costados de donde me encontraba - Tú, mujer amante del drama, sabes bien lo que pienso del chico y no es por dar el mismo rodeo pero deberías cargar su archivo y mandarlo por e-mail hasta Marte o a otra galaxia. - Tomo mi teléfono que se encontraba bajo el desastre de ropa que tenía en su cama la enamoradiza de Amber y le doy un leve golpe en el trasero como despedida.
- ¿Te vas tan pronto?
- Tengo una serie que terminar y un estómago que alimentar - mientras hablo voy tomando camino hacia la salida de su cuarto y bajo las escaleras- ¡Así que paso mañana por ti a las 7, te amo fea!
Logré escuchar su te amo de regreso justo cuando cerré la puerta de la entrada principal así que subo a mi auto con intensiones de llegar a casa y quedarme el resto de la noche babeando por el guapísimo de Ian Somerhalder.
*
Me levanto más cansada de lo que me había dormido, después de lo que fueron once capítulos de The Vampire Diaries, la mitad del libro cuatro de Narnia y dos tazas de café con leche, termine quedándome dormida a las 4 a.m.
Pero te encanta desvelarte viendo a hombres sexys ¿no?
Maldita conciencia.
Lave mi cara llena de sueño con agua fría para despertar e hice todo lo que rutinariamente se podía hacer en una mañana a las seis de la mañana y después de cerrar la puerta del pequeño apartamento en el que vivo salí hacia mi bello auto mientras le rogaba al santo de todos los pepinos para que Amber no tardará está vez.
Llegue a casa de mi dichosa amiga faltando cinco minutos para las siete y claro, como si la mala vibra me persiguiera, tuve que esperar veinte minutos para que la señorita saliera de su casa tan llamativa como las luces de Navidad. Demonios ¿cómo es que soporta tener tantas cosas brillantes?
Ugh.
- ¡Buenos días mi pequeña Roey! - mi blonda amiga subió al asiento del copiloto con una gran sonrisa mientras que deja su bolso en alguna parte de los asientos traseros del automóvil.
Ruedo mis ojos ante la mención del apodo que se le ocurrió a la graciosa de Jessica.
- ¿Ya te había dicho que ese apodo de mis dos nombres es terrible? Porque lo es.
- En realidad no me interesa - ríe de manera ruidosa y se pone cómoda en el asiento- así que cuéntame, ¿qué tal tus papás?
Tomó una breve respiración y volteo a verla. - No contestaron mis últimas llamadas, supongo que siguen enojados por mi decisión respecto a estudiar Administración de Hoteles pero no cambiaré de opinión y mucho menos ahora.
- Es bueno que decidas estudiar algo que realmente quieres Roey pero sabes que debes arreglar las cosas con tus padres ¿verdad?
Muevo mi cabeza en afirmación para prender el auto de nuevo y me dispongo a tomar el retorno más cercano para ir a la Universidad. Tenía mis esperanzas puestas en que no tuviera la última hora de clase.
Finalmente después de varias canciones y quejidos de Amber por no querer llegar a clase entramos por las puertas de la Universidad de New York. Caminamos por el pasillo principal con un torrencial frío y después de unos metros nos encontramos con mis queridas amigas.
- ¿Cómo amanecieron mis bellas melones que quieren emparejarme con toda la población masculina?
- Algún día lograremos que tengas a un sexy hombre y todas nos burlaremos de ti porque estarás muy enamorada de él, Roey. - menciona Leila, quien en cuanto vio a su hermoso novio, vaya sarcasmo, se despidió de todas con un beso al aire y se va como un rayo para alcanzar al chico.
- ¡Por todos los lácteos del mundo! Ya les dije un montón de veces que la combinación de Lauren y Zoey es un asco.
- Quiero que sepas que es el mejor apodo que he inventado en toda mi vida, solo que no todos saben apreciar el arte.
Todas reímos ante el comentario de Jessica y nos pusimos en marcha para ir al salón A22, que era donde dejábamos a Tracy y después todas partimos a distintos edificios para comenzar las clases del día.
Me esperaba un día bastante agotador.
***
Luego de cuatro materias y un taller salgo por las por las puertas de la entrada principal con todavía más sueño.
Escribo un pequeño texto para el grupo que tengo con mis amigas avisándoles que hoy no podría esperarlas y sin más me dirijo al lugar donde deje mi auto. Saco de la parte de atrás la camiseta y el delantal que uso para el trabajo, doy una mirada alrededor y cuando puedo asegurar que no hay nadie rápidamente me cambio la camiseta.
Aviento mis cosas adentro del auto y me dirijo al trabajo.
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Deseos Inesperados
Dla nastolatkówLauren Hall se describía como una persona poco afortunada en el amor y si queremos agregar más drama tampoco sabía relacionarse con el sexo masculino. Sus amigas estaban seguras de que Hall tenía la vena de "puta con clase" muy en el fondo y aposta...