11. El Infierno de Dante. (Parte 1/3)

121 7 5
                                    


¡Atención! Este especial es bastante largo, lee bajo tu propia responsabilidad. No es que vayas a morir, de todos modos.

Quizás no sea lo más aterrador de el mundo, pero hay que admitir que la vista de este hombre acerca del Infierno puede hacerte sentir algo incomodado. Dentro de éste, se encuentran sepulturas, pozos, despeñaderos, pantanos y arenales; en el ápice del cono está Lucifer. Veamos los distintos niveles descritos:

1- El círculo más externo del infierno es el de los "paganos virtuosos" y los no bautizados. Es decir, si no eres cristiano esto es lo mejor a lo que puedes optar. A partir de aquí tienen residencia los pecadores "activos". En él se encuentran las personas que, no habiendo recibido el bautismo y siendo que nacieron privados de la fe , no pueden disfrutar de la visión de Dios, pero no son castigados por algún pecado (por eso es llamado también anteinfierno). 

2- Los lujuriosos. Es importante darse cuenta de que los primeros círculos (pecados menos graves) son aquellos en los que uno se ha dejado llevar por los instintos, en este caso, por la lujuria en todas sus versiones. Ellos son empujados por el aire, vencidos por la tormenta infernal, evidente (por analogía) de la pasión que los abrumó en vida.

3-Los glotones. Aquí son torturados los que comieron demasiado (gula). Ellos están inmersos en el fango, bajo una lluvia incesante de granizo y nieve, y golpeados por Cerbero, guardián de todos los ínferos según la mitología clásica pero aquí relegado a guardián de solo el tercer círculo.

4-Los avariciosos. Los que ansían sobre todo poseer bienes. Condenados a empujar enormes pesos de oro, divididos en dos grupos que cuando se encuentran se injurian: la grandeza del peso que los oprime simboliza la cantidad de bienes terrenales que acumularon o gastaron, dedicándose enteramente a esto en vida.

5- Aquí están los iracundos y los perezosos, los primeros inmersos y los segundos sumergidos en el pantano del Estigia . Los primeros estuvieron inmersos en el fango de su propia rabia, y ahora se golpean y se injurian eternamente, mientras los segundos gastaron su vida en la inmovilidad del espíritu, y por eso están hundidos, privados de aire y palabra así como en vida se privaron de las obras.

6- Los herejes. Aquellos que persisten voluntariamente en ignorar o contradecir los dogmas y la autoridad de la Iglesia.Aquí son castigados los (entre los cuales los epicúreos , que negaron la supervivencia del alma) en sepulcros en llamas: la idea probablemente está tomada de la pena a la cual estaban castigados los herejes en los tribunales terrenales, es decir la hoguera , en cuanto el fuego era considerado símbolo de purificación y correspondía a la luz que ellos pretendían expandir con sus doctrinas. En el Infierno los seguidores de cada secta están juntos, en contraste a la discordia y a la división que en cambio llevaron en la Iglesia , mientras que el sepulcro alude a la negación de la inmortalidad del alma (aunque no todas las herejías la negaban).

7-Al séptimo círculo se accede después de haber superado los restos de una grieta, provocada por el terremoto que movió la tierra al morir Cristo. Ella marca una neta diferencia de la parte superior del Infierno: de hecho los condenados de los últimos tres círculos son culpables de haber puesto malicia en sus respectivas acciones. El custodio del círculo es el Minotauro , que representa la «loca bestialidad», es decir la violencia que equipara los hombres a las bestias. Aquí son castigados los violentos, divididos en tres grandes giros:

-Primer Giro-

Los violentos contra el prójimo, es decir los homicidas y los criminales, tiranos, violadores y bandidos, son inmersos en el Flegetonte, río de sangre hirviente que simboliza la sangre que derramaron en vida, y son atormentados por los centauros, que también representan la violencia y la fuerza bestial. Los condenados están inmersos en el río en distintas proporciones según la gravedad de la culpa, y son golpeados por las flechas de los centauros si intentan salir de la sangre más de lo establecido.

-Segundo giro-

Los violentos contra si mismos están divididos en dos categorías netamente distintas por la diversidad de sus penas: los suicidas son transformados en árboles por haber querido voluntariamente renunciar a su naturaleza humana, y de hecho no podrán nunca recuperarla: el día del Juicio Final, cuando condenados y benditos tomarán sus cuerpos para sufrir y gozar en modo más intenso, los suicidas se limitarán a colgar a las ramas del propio árbol el cuerpo recuperado. Ellos son además castigados por las Harpías, criaturas mitológicas con cuerpo de pájaro y cara de mujer, que en la Eneida  profetizaban a los troyanos hambre y desgracias. 

 En cambio los derrochadores, que en vida destruyeron y desgarraron su sustancia, aquí son desgarrados por perras famélicas. Ellos son distintos de los pródigos del cuarto círculo ya que no solo no tuvieron mesura a la hora de gestionar su patrimonio, sino que también tenían objetivos destructivos, y de esta manera destruían su propia sustancia: son por lo tanto víctimas de una caza infernal.

-Tercer Giro-

Los violentos contra Dios, la naturaleza y el arte son, de hecho, divididos en tres grupos: los blasfemos están echados en la arena ardiente, inmóvil bajo una incesante lluvia de fuego; los sodomitas en cambio corren incesantemente bajo el fuego, y, finalmente, los usureros ("violentos contra las artes" en cuanto violentos contra el derecho humano al trabajo) están sentados en la lluvia de fuego. No existe una guardia para este grupo en específico, pero que hay un guardián del séptimo círculo completo, es decir, el Minotauro.

~Bueno, esto ha sido una parte del Infierno de Dante, la primera parte, espero que les haya interesado~.

Datos del TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora