El día comenzaba a nacer tímidamente. Desde su ventana a penas se vislumbraba un atisbo de luz. Una luz azul como el cielo, como si este se reflejara en la tierra. Como ya era noviembre, al despertar y levantarse sentía un frío casi polar que le hacía tiritar. Se levantó y empezó a vestirse para entrar en calor. El desayuno no le apetecía pero se lo bebió rápidamente y estaba empezando a sentirse optimista para afrontar aquel frío día.
Javi descansó un rato en la cama antes de salir, se abrigó y empezó su camino a la Universidad de Valencia. Siguió unas calles todo recto hasta llegar a la Gran Vía. Estaba cruzando aquel túnel tan lleno de tráfico y el olor a humo de los coches que pasaban molestaba a su olfato. Y se tapaba la boca con su braga para no tragar aquel humo tóxico.
Siguió su camino hasta llegar al metro y cuando bajó las escaleras entró en calor rápidamente como si de un horno se tratara. Enseguida llegó el metro y pudo encontrar un sitio libre antes de que alguien se lo arrebatara. Al lado derecho se sentaba un hombre de tez morena con una mochila. Al alzar la vista, justo delante de él, vio a una chica morena. Javi se fijó en las manos de aquella joven. Le habría gustado poder tocarlas con las suyas y rozar su piel. Y los ojos de los dos se clavaron los unos en los otros. Ambos se decían cosas con la mirada. Se decían cosas como "tengo sueño" o "quiero besarte". Cuando iban a decirse "te quiero" la chica bajó del vagón, solo duró tres paradas frente a él...
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Despertar temprano
Short StoryJavi se despertó un día de noviembre para ir a clase. Se levantó con optimismo, pero se fue dando cuenta de lo fría que iba a ser la mañana