CAPITULO 18

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Desperté por los rayos del sol voltie y me encontré con un alex durmiendo plácidamente me entretuve viendo sus facciones parecía todo un ángel durmiendo.

Y vi como lentamente habría sus ojos, y voltio hacia mi dirección y me dedicó una sonrisa torcida.

-Buenos días.-Dije con una gran sonrisa.

-Buenos días, que tal dormiste.-Dijo tallandose los ojos como niño pequeño.

-Dormí muy bien.

Y lentamente se acerco y me dio un beso tierno.

-Bueno iré a tomar una ducha.

-Te acompañó.-Dijo con su voz ronca.

Dios este hombre hace que me excite con cualquier cosa.

-Esta bien pero me prometes que sólo será una ducha.-Dije señalándolo con el dedo índice.

-Te lo prometo.-Dijo levantando la mano.

-Esta bien.-Dije con una sonrisa.

Me encantaba verlo no me cansaba de mirarlo.

Hací que me levante y camine hacia mi closet para buscar la ropa que me pondría.

-Hay un problema.-Dijo alex acercándose hací mi.

-Cual.-Dije confundida.

-No tengo ropa que ponerme.-Dijo dandome un beso en la mejilla.

Hací que salí del cuarto y me dirigí a la de ethan cuando entre no estaba suponía que se había ido con su novio.

Busque entre su ropa y encontré un pans y una playera gris. Salí del cuarto y me dirigí al mio.

Cuando abrí la puerta de la habitación alex estaba acostado viendo la televisión.

-A donde fuiste.-Dijo sin despegar la vista de la pantalla.

-A buscarte ropa.

Seguido se paro y se acerco a mi me agarro de la cintura y me beso.

Disfrutaba cada beso suyo, Sonreí en medio del beso.

-Por que tan contenta.-Dijo con una sonrisa.

-Por que estoy contigo.-Dije con una sonrisa y acariciándole la mejilla.

-Yo igual estoy muy feliz.

Bueno es hora de bañarnos, seguido me cargo hasta al baño.

-Por que me cargaste puedo caminar sola.-Dije fingiendo estar molesta.

-Que a caso no puedo cargar a mi reina.-Dijo dándome un beso.

-Soy tu reina.-Dije con una gran sonrisa.

-Si mi reina.-Dijo con una sonrisa encantadora.

Y esta vez fui yo quien lo beso.

-Y tu mi rey.-Dije apunto de estallar a carcajadas.

Después nos metimos en la ducha.

El se metió primero y después yo me puse de espalda y recoste mi cabeza en su pecho.

Y estuvimos los dos en una relajante ducha sin que nadie nos molestara. Solo el y yo.

Mi Profesor De Artes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora