Todo pasa por algo/:

9 0 0
                                    

Bueno, ya paso de una infancia inocente y traviesa a las relaciones preadolescentes con adolescentes, pues toda mi peña o mi banda eran normalmente mayores que yo. Incluso cuando entré en la Federación de Fútbol, siempre competí con chicos mayores en edad que la mía. Era un chico tímido y disciplinado, pero era mucho más con los mayores y el miedo a ser el centro de atención de ellos, incluso cuando salía a la pizarra en la escuela. "Era una timidez enfermiza". Empecé muy temprano con los coqueteos con las drogas blandas. Ya a mis 12 años había probado mi primer porro con mis amigos íntimos más allegados. Fui consumiendo cada vez más a menudo y siempre con el miedo de ser descubierto por mis padres o por mis hermanos mayores. Conocimos mis amigos y yo a un chico extranjero (francés), que era familiar de unos vecinos de mi pueblo, y él nos introdujo en la semilla del vicio de la droga dura al probar por primera vez con él la HEROÍNA. Empezó como un juego, convirtiéndose después en una obligación para obtener placer ("BROWN SUGAR").
Mis amigos y yo hicimos un vídeo para un amigo para un trabajo de religión que trataba sobre la droga, y se lo hicimos muy bien, pues le dieron la máxima nota.
ERAMOS TRES y uno de ellos murió en un accidente trágico. "Fue mi mejor amigo", el único que he tenido de verdad en la VIDA. Entonces tenía 17 años. El otro amigo era dos años mayor que nosotros y tuvo que hacer el servicio militar, y, en consecuencia, me quedé solo y enganchado al caballo.

El único ¡Chico  Rebelde !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora