Amo mi puta vida

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Por entonces mi hermano mayor me veía muy volado, raro y decidió llevarme a un psicólogo, que en realidad era una psicóloga amiga suya, y, al rato de hablar, le conté mi problema, pues los monos por escasez de dinero eran cada vez más frecuentes. Me descubrí como consumidor de heroína. Sólo había estado enganchado un año.
Empecé mi rehabilitación en el Club Remo y fue muy duro, sobre todo, los primeros meses. Creía que me espiaban por todos lados, lo que se viene a llamar manía persecutoria, por una falsa fama que yo imaginaba y me hacía estar volado y desquiciado, pero todo ello con moderación, por lo menos ante los extraños, pero siendo una pesadilla con mis padres.
AHORA VIENE LA VERDADERA PESADILLA:
Aunque estaba medicado, el insomnio era muy frecuente muchas noches y con una depresión por la reciente muerte de mi amigo: "estaba solo".
Una noche empezó el espectáculo en mi interior. Se presentaron como gente de Hollywood y yo me sorprendí porque no comprendía aquella intervención de una institución tan importante dedicándome su atención.

El único ¡Chico  Rebelde !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora