🔺Nada más volver Sora y Riku vuelven de sus viajes, el joven de ojos azules y cabello castaño dedica la mayor parte del tiempo a estar con Kairi, de quien está enamorado desde que eran unos niños. Sin embargo, ahora pretenderá decirle sus sentimien...
Desde que Riku y Sora volvieron a su isla, este último pasaba la mayor parte del tiempo con Kairi, a la que había echado de menos durante su viaje. Lo único que quería era recuperar el tiempo perdido con ella. Sin embargo, también consiguió avivar los sentimientos que sentía por ella desde que eran pequeños.
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Sora se despertó de golpe cuando notó que alguien le tapaba la boca y la nariz. Después, instintivamente le pegó una patada en la pierna a esa persona.
—¡Ay!
Sora le miró somnoliento y se volvió a echar en la cama.
— Eso te pasa por despertarme, Roxas — se defendión, intentando dormirse otra vez.
Sin embargo, Roxas no se rindió, cogió la almohada en la cual estaba apoyada la cabeza de Sora y le golpeó a este con ella.
— ¿Quieres levantarte de una vez? Siempre te quedas dormido. A este ritmo vamos a llegar tarde al instituto.
— Jooo... no me apetece nada ir... — contestó todavía en la cama.
— Entonces no verás a Kairi.
Nada más escuchar ese nombre, Sora se llenó de energía y se levantó de golpe.
— ¡Ya estoy listo!
Comenzó a vestirse y a arreglarse lo más rápido posible. Después, ambos hermanos se fueron a desayunar. Cuando acabaron cogieron sus mochilas y se fueron al instituto despidiéndose de sus padres.
De camino hacia el instituto se encontraron con Riku, Wakka y Tidus, quienes estaban hablando de sus cosas, y los cinco se dirigieron juntos hacia el instituto.
— ¿Sabéis que dentro de tres días es San Valentín? Me pregunto si alguna chica me regalará algo — comentó Tidus con la mente en los cielos. Sin embargo, Wakka lo hizo bajar a la tierra con un golpe en la cabeza —. ¡Ay!
— No digas estupideces, ¿Quién te va a regalar a ti algo? — se burló Wakka riéndose.
— ¿Perdona? Yo atraigo a las chicas con solo mirarlas — se defendió, echándose flores, pero recibió otro golpe de Wakka —. ¿Quieres parar ya? Al final me va a salir un chichón — se frotó la cabeza. Los demás chicos se rieron.
— Además — soltó Wakka —, ya sabemos que la mayoría de los dulces serán para Sora y Riku, puesto que son los "guaperas" del instituto — comentó con una sonrisa pícara.
— Si, es verdad, mi hermano y el otro son unos don juanes — contestó Rozas mientras despeinaba a Sora.
— ¿Pero qué decís? — intentó librarse del brazo de su hermano —. Tampoco somos tan populares entre las chicas.
— Es verdad, que tí solo tienes ojos para Kairi y no te das cuenta — se burló Tidus.
Sora se puso rojo como un tomate, pero cuando iba a decir algo, Riku se le adelantó.
