Eran las 9:57 pum cuando Taylor llegó a casa. A su casa.
Abrió la puerta fríamente. Yo estaba trabajando con mi guitarra unas canciones pendientes por montar. Entró y cerró la puerta con fuerza, asustándome un poco y haciendo que diera un acorde mal. Me senté derecha y lo mire. Estaba llorando. Eso no es muy común.-Taylor...- susurré algo asustada. Cuando Taylor se encuentra en ese estado hasta puede ser peligroso.
Su silencio me lo dijo todo. Podría pasar cualquier cosa. Antes de que él llegara estaba escribiendo "Diamond Heart". Continúe con mi trabaja ignorando su comportamiento.
Taylor se sentó en el sofá detrás mío. Se quitó las botas y suspiró fuertemente. Fue a la cocina y escuche como abría el refrigerador y tomaba una cerveza. Caminó hacia mi sentándose a mi lado en el suelo.
-Tenemos que hablar, Stefanie...- susurró, dejando que su aliento alcoholizado se pasara sobre mi. Deje de tocar un momento, para míralo a los ojos y pedirle una explicación de su estado actual.
-Lo siento Stef, ya no puedo seguir en esto...- dijo explotando en llanto- No te amo... Solo me ilusioné contigo...
Automáticamente me puse de pie y comencé a caminar por toda la sala mientras asumía lo que estaba pasando. Me puse a llorar automáticamente. Yo pensaba que me amaba, pero luego viene y me dice que solo fue "ilusión". Hasta me hace dudar sobre si lo amo o si nunca lo hice.-¿Que mierda fumaste?- grite harta. No era la primera vez que esto pasaba. -¿Estás borracho o qué? ¡Maldición, Taylor!
-Vete...- susurró llorando.
-¿Qué dijiste?- susurré retándolo a repetirlo. Tomé mi guitarra y lo mire a los ojos, camine rápidamente al cuarto , tomé mi maleta y empaque todo. Suerte que era su casa.
-Cuando quieras buscas tus cosas...- susurré explotando en llanto y tomando mis cosas, para luego chocarme con el de pie. Estaba con el rostro lleno de lagrimas, los ojos hinchados y tenía una botella vacía en la mano.
-¡Qué te largues, joder!- gritó intentando empujarme hacia la puerta.
-Tranquilo, tigre, puedo caminar sola...- grite golpeándolo en el pecho -Pensé que me amabas...
- Nunca lo hice...- susurró frío respondiendo todas mis preguntas.
- Y yo que pensé que podría tener un futuro contigo- dije, quitándome aquel anillo que él me había regalado. Era morado con forma de corazón y tenía mi nombre y el suyo tallados. Lo puse en su piso.
-No sé cómo mierda pensé en casarme con una puta loca que usa tacones de 45 cm y es masónica, das pena "Gaga". - dijo riendo y llorando.
-Más bien el que da pena aquí eres tú por beber como loco y enamorar a una persona con sentimientos para luego decirle que es ridícula y que solo jugaste con ella. Gracias por tu tiempo...
-Por fin lo aceptas...¡Ridícula!- continuó burlándose hasta que me harté.
-¡¡CIERRA LA PUTA BOC DE UNA SOLA VEZ!!- le arrebate mi guitarra- PÚDRETE TAYLOR!- grite explotando en llanto. Le di un último vistazo. Salí por la puerta.
Baje las escaleras y afuera estaban los típicos paparazzis que siempre estaban ahí. En el momento más oportuno ellos estaban ahí para fotografiarte. No estaba en mi mejor estado. Llevaba shorts color cielo, un top color negro y unas botas color negro. Llevaba mis lentes del sol ya que no quería que me vieran llorar. Aquí todo se vuelve noticia.
Luego de caminar tres calles por toda Manhattan llegué a mi apartamento, encontrándome con Ashley, una de mis compañeras y bailarinas. Me quite los lentes dejando todo un rostro frágil y lleno de lágrimas.
- Se acabó. - susurré, para luego tener a Ashley sobre mi abrazándome y preguntándome que mierda había ocurrido. Yo le expliqué que no quería hablar sobre el tema en ese instante. Subí a mi habitación, abriendo la puerta y tirando la guitarra en la cama. Quería seguir trabajando con "Diamond Heart" pero estaba bloqueada, solo tenía la palabra "ilusión" en mi mente.
Tomé mi quitara y comencé. Y así surgió. "Perfect Illusion".