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—Louis, por dios, ya levantate que llegaremos tarde a tu prueba.

La madre de Louis; Johannah Tomlinson, se encontraba tocando la puerta de su flojo y desobligado hijo. El ojiazul le había informado días antes que había mandado una audición electrónica a un reality show llamado The X Factor y ahora lo habían citado para hacer la audición en vivo.

Un ruido se escucho al otro lado de la habitación lo cual hizo a que la madre de el chico de 17 años sonriera.

—Me ducho y bajo, mamá. –gritó.

El menor entro a darse una ducha en tiempo récord, sabía que se le haría tarde si se pusiese a secar su cabello con varios artefactos que tenia en su baño, y es que para ser un chico, era algo afeminado, muy vanidoso para ser más exactos.

Por fuera cualquiera lo vería como un chico cualquiera, se vestía como todo adolescente normal. Pero al poner atención a su fino rostro enseguida te darías cuenta que sus preferencias sexuales no eran muy usuales.

Un chico de quizás un metro y setenta centímetros, ojos azules como el azul de el mar, muy brillantes, pómulos bien definidos y unos labios lo bastante rojos de un color natural que pensarían que los pinta a propósito. Y no mencionar su sonrisa, que cada que sus labios se curvan pareciera que iluminara hasta el lugar más oscuro que existiera. Su sonrisa era cálida, dulce y muy exquisita. Inocente y lo bastante agradable.

Al terminar de arreglarse, salió de su habitación, dando marcha hacía lo que sería su futuro destino.

Las audiciones.

(...)

Harry.

Un día antes de las audiciones en vivo.

—¿Entonces? Supongo que yo decidire por los últimos participantes. —Hablo el chico de rulos.

El era Harry Styles. Uno de los jueces mas estrictos y exigentes con los que cualquier participante quedaría encantado al verlo y no era para menos. Era muy apuesto.

Su cabello color chocolate hacía un contraste estupendo con sus ojos verdes y su piel aceitunada. Sus labios rojos bien finos y carnosos eran una perdición para cualquiera que digustase de ellos. Su cuerpo bien trabajado y tatuajes que en ocasiones se solía ver como una constelación de tinta captaba mucho la atención de quien era dichoso de verlos. Y digo de quien era dichoso de verlos por que el famoso juez tenía sus redes sociales privadas. Y solo el decidía quien podía verlas y quien no. El decidía quién podía publicar una foto en una revista y quién no. Y sobre todo, el era el único que elegía a ÉL chico que quería.

Por que sí, era Gay. Y toda su estructura superficial lo disfrazaba como un heterosexual ligador compulsivo, un mujeriego.

Que gente ilusa.

Se paro de la mesa donde se encontraba con determinación. Asintió a los demás compañeros de el Reality y se fue con su maleta repleta de fotografías de participantes.

Al llegar a su apartamento se dedicó a revisar cada audición en linea mientras observaba constantemente cada una de las fotos intentando encontrar al dueño que se reproducía en esta.

Al término de todos los vídeos, solo quedaba un chico. El cual le llamo la atención. Su rostro inocente y la sonrisa que desprendía le hizo captar todos sus sentidos en él. Ese chico en verdad que era hermoso, pero tenía un defecto. No cantaba del todo bien. No había ni una pizca de afinación en sus notas de aquella canción que había cantado.

La Propuesta | Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora