Capítulo 1

1.1K 17 2
                                    

Aún no me había soltado la mano...

-¡No me puedes obligar a dejar todo atrás por tu estúpido ascenso!
-¿Con que no lo puedo hacer? Sólo observa...
***
Lógicamente nos mudamos de Alabama a Miami de todas formas.
Y si. Observé. No podía hacer nada más.
***
Me dije a mi misma "sólo no hagas contacto visual, Zoe" y quizás lo dije un poco alto, por lo que tuve que escuchar un sermón de mi hermano sobre que parecía loca hablando sola. James no entendía nada de lo que yo pasaba, porque el no iba a pasar lo que yo. Rubio, bronceado, riquillo. ¿Qué podía irle mal en su primer día de clases?. Nada.
-No funciona así Zoe, con esa negatividad...
-No me jodas.
Rió. James era un estúpido.
-Por favor Zoe, eres igual a mi. No te va a ir tan mal.
-No quiero ser igual a ti.
Quizás mis palabras lo hirieron, y si fue así, no me importó. El sabía perfectamente por qué se lo decía.
Quedó serio. Un silencio incómodo predominó en el auto hasta que al fin llegamos al colegio.
Nos habían inscripto en  un colegio privado de Miami, Ramson Everglades. Esa mañana me tomé el trabajo de descargar mis horarios en mi teléfono. 8:17 am, primera clase, precalculo.

***

Entre, lo primero que note fueron todas las miradas hacia mi, quizás por un microsegundo, luego todos volvieron a lo suyo. Caminaba rápidamente buscando el casillero número 5, el que a partir de ahora me pertenecía, lo encontré bastante rápido. Era extremadamente pequeño, quizás cabían 2 libros tamaño promedio y... Oh vaya, había un lapicero que decía "bienvenido" que contenía un lápiz y un bolígrafo, que coincide... Hubiese seguido con mis pensamientos si no fuera por que una voz gruesa me interrumpió
-Hola, tu debes ser Zoe
-Eh... Si
-Mucho gusto, mi nombre es Josh, aquí en Everglades acostumbran a que los nuevos tengan una especie de guía durante su primer año, yo soy tu guía- y me regaló una simpática sonrisa de bienvenida después de sus palabras.
-Okay...
No sabia que más decir, quedé congelada al ver esos ojos marrones oscuros, casi negros, mirándome fijamente. ¿Cómo no quedarme perpleja? Si 1) estaba mirándome 2) su sonrisa era hermosa, las ortodoncias le quedaban muy bien y 3) sus manos ásperas sostenían las mías...un momento, ¿me tomó de las man...
-Vamos! Tienes mucho por recorrer rubia
-Okay! - es lo único que salió de mis labios en un momento así, sin mencionar mi rostro sonrojado y mi cara de espanto.
Me llevó casi corriendo a lo que parecía ser el patio de colegio, era hermoso, eh... el patio, osea el patio era hermoso.
-Se supone que tienes precalculo a las 8:17, pero la verdad es que tu profesora de precalculo viajó a New York con un par de chicos superdotados en matemáticas, a un torneo nacional.
-Que suerte... Supongo
-Bastante
Reí, porque aún no me había soltado la mano, quizás no se dio cuenta, pero solo sonrió y siguió...
- Everglades es una escuela prácticamente enorme, consiste en 14 hectáreas, y hay más de 7000 alumnos, desde nerds hasta superdotados, no aceptan a cualquiera...
En ese momento hizo una pausa mirando a un punto fijo en las afueras de la escuela, y pude apreciar su rostro, y en mis pensamientos retome lo que había dicho sobre "no aceptan a cualquiera", me sorprendía verlo en una escuela como esta, tenía un expansor mediano en la oreja izquierda y un aro en la fosa nasal derecha, una remera musculosa que un poco más dejaba ver sus pezones y los jeans ajustados y caídos, con los que se podía ver una parte de su bóxer... el parecía ser un cualquiera... 
-Los dividen, a los nerds por un lado, en la zona oeste, donde los intercalan unos con otros en 19 o más clases en lo que es la jornada escolar. A los superdotados los llevan a la zona este donde los clasifican según sus conocimientos, y cada grupo tiene 15 clases que tienen que ver con su especialidad. Entre esos grupos están los matemáticos, los artistas, los deportistas y los científicos. A las dos zonas las divide un enorme patio, con árboles y bancos, en la zona sur encontrarás la cafetería y más atrás el gimnasio.
Podía oírlo hablar horas y horas, y no me iba a cansar de escuchar su áspera voz. Nos sentamos en uno de los bancos que se encontraba bajo un gran árbol, en el hermoso patio que tenía esta escuela.
- Alguna pregunta señorita Bradley?
- Todo en claro señor...
- Wadlow
- Okay...

***

Llegué y subí a mi cuarto, estaba intentando evitar preguntas como ¿qué tal tu primer día? Porque quería evitar decir que fue un excelente primer día porque 1)me iban a preguntar por qué fue excelente, 2)iba a tener que contarles sobre Josh y 3)no lo quería hacer. Pero sabía que iba a ser cuestión de tiempo para que mamá suba e insista. En el momento que pensé eso, tocó mi puerta
- Pasa. Ya sé lo que vas a decir, mi día fue normal y no voy a cenar, estoy cansada. Contesté tus dos preguntas?
- Ya debes estar acostumbrada. Si, las contestaste y debes comer algo corazón, y desempacar por cierto...
- No tengo hambre mamá, pero voy a desempacar...
- Está bien
Bien, me la saqué de encima. Espero que James no me haya visto con Josh, porque sé que les va a contar a mis padres. Pensé.
Miré mi teléfono y tenia mensajes de Sara, pero no tenía ganas de responder, lo bloquee e intenté dormir, lo que resultó en instantes con éxito.

*un mes antes*

-No se imaginan cuanto los voy a extrañar...
Ante últimas palabras que les dije a mis mejores amigos antes de que mi vida de un cambio rotundo.
-También te vamos a extrañar. Avísanos cuando llegas, nos veremos allá en verano y te llevaré a Roco.
-Te quiero mucho Sara, no vemos
Di el último abrazo a mi mejor amiga de los 5 años y me dirigí en auto hacia el aeropuerto.

***

Desperté con mi alarma a las 6:00am, adoraba el hermoso, pero para mi hermano detestable, tono que tenia el despertador de mi celular.
Bajando las escaleras pude contemplar el hermoso paisaje de las playas de Miami que se podía ver desde el enorme ventanal que tenía el living que estaba frente a las escaleras, en mi nueva y enorme casa. Antes no pude hacerlo porque me tapaban las cajas de nuestra mudanza y los muebles tapados con sábanas blancas. Ahora que todo estaba en su lugar y la casa se veía mucho mejor, me gustaba. Despertar y ver ese paisaje, con Here Come The Sun de the Beatles de fondo era... Un momento, Here Come The Sun de fondo? En ese instante me percaté de que no había apagado la alarma.

Lo había buscado a la entrada, pero no estaba. Y ahora en el primer receso tampoco. Quizás no había asistido hoy...
No me quedó otra que ir a sentarme sola en uno de los bancos del predio, fingiendo estudiar, para que al menos por un momento tener una pequeña excusa de mi soledad.
Estaba mirando las ojas de mi carpeta, pensando en cualquier cosa menos en lo que decían, hasta que una vos masculina no familiar me interrumpió, hasta ese entonces no me percataba de que alguien se sentó junto a mi.
-Primera guerra mundial... - leyó en mi cuaderno
-Solo estoy fingiendo estudiar... - dije entre risas
Todavía no le había visto el rostro, estaba sentada con una pierna cruzada arriba del banco y la otra colgando del mismo, mi codo estaba recargado sobre la pierna cruzada y mi rostro recargado sobre mi mano. Mirando las ojas.
-Soy Tom. Tom Miller- dijo ofreciéndome su mano
-Zoe... Bradley- dije estrechando su mano
-Quien es tu guía Zoe?
-Em... Josh... Wadlow.
En ese momento me di cuenta de que era muy atractivo, parecía hacer deporte, por su uniforme de basquet gris me di cuenta que estaba en lo cierto, era rubio, sus ojos eran celestes, color cielo.
-Ah.- dijo cortante, serio. -debes tener cuidado con el, no es del todo buen chico.
-Okay... - dije, no mintiendo, porque lo dijo por no tanta seriedad, que por un momento me tense.
Seguimos nuestra conversación, el era un superdotado en basquet, tenía 18, este era su último año, luego dijo algo sobre seguir su carrera en basquet en un equipo, en California.

***
No es del todo un buen chico

Esas palabras rondarían por mi cabeza el resto del día. Y así fue.

Luego te irás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora