Risas, Lágrimas y Sangre ||Ticci Toby|| [OS]

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El autobús levantó el polvo que se acumuló en la carretera cuando sus llantas arrasaron contra el pavimento. Personas paseaban y circulaban por el pueblo, los autos se movían como un ejército de hormigas desorientadas, tan sólo parecía otro día peculiar en Marauders Burgh.

En esta historia encarnas en la piel de Jodie Evangeline Hops, una estudiante de preparatoria aislada y especial.

Exhalaste contra la ventana empañada del autobús escolar, el calor de tu aliento grabó una huella en ella que con los segundos se desvaneció. No despegabas tu vista ni tu frente de la ventana, aún por mas que el autobús se moviera o saltara debido a los baches y tus compañeros se destornillaran con sus característicos gritos y risas en la parte trasera de éste, no te movías. Mirabas fijamente el cielo.

Los rayos del sol se infiltraban de entre las nubes, proporcionando tan sólo un poco de luz. Pequeñas gotas de agua cubrían la ventana en la que estabas apoyada, pero no se acercaba ni a estar empapada ya que recién había terminado una leve llovizna. Te perdías en tus pensamientos mientras que la música que provenía de tus audífonos bloqueaban el resto de los sonidos en el exterior, era tu música favorita, aquella que siempre te reconfortaba cuando tenias un mal día, cuando decaías, cuando te dominaba la cólera o simplemente cuando te sentías alegre. Y realmente habías tenido un largo día.

Los objetos corrían por tus ojos a través de la ventana, así como zapatos colgando de los cables de electricidad, los pájaros que reposaban en ellos, los canes que corrían a lo largo de la acera. Cerraste tus ojos dejándote llevar por los rugidos del transporte y la música, hasta que el transporte detuvo.

El autobús paró frente a tu casa y el chófer aguardaba tu salida con las puertas abiertas, ya habías abierto los ojos nuevamente, todo en completo silencio -incluyendo el de tus compañeros más ruidosos-. Te levantaste de tu asiento, después de apagar la música, y tomaste tus cosas, una vez en el pasillo te encaminaste a la salida del autobús sintiendo todas esas miradas posándose sobre ti, y todos esos murmullos disimulados se hicieron escuchar en tus oídos. Seguiste caminando ignorando a tus compañeros y saliste del autobús bajando los escalones.

La fresca brisa de otoño te recibió, provocando que cerraras tus ojos por inercia y apartaras el cabello de tu cara, un helado escalofrió viajó por tu columna. El familiar rugido del autobús te indicó que éste ya se marchaba. Giraste y sin mirar a ambos lados cruzaste la calle observando tu vivienda. Tu casa era pequeña a comparación de otras más en la cuadra, con una fachada de ladrillo, de suaves colores crema y marrón, un pequeño árbol cubriendo la entrada de tu vista y un aparcamiento vacío. Cerraste la puerta a tus espaldas después de entrar a tu casa, arrojaste tu mochila al suelo debajo del perchero y dejaste en la mesa de la cocina tus llaves y el correo que recogiste con anterioridad, al dejar las llaves tomaste una manzana del frutero y empezaste a comerla.

Vaya que tu casa era silenciosa, pero estuviste la mayor parte de tu vida acostumbrada al silencio, era tan familiar como el desayuno en un domingo en casa. Seguías estando sola cuando la noche cayó sobre el pequeño pueblo. Esta vez comías semillas de girasol mientras veías televisión en tu oscura sala, era tarde, tenías tu pijama puesta y una frazada sobre tu regazo te mantenía cálida. El volumen de la televisión era bajo cuando se escuchaban los molestos maullidos de los gatos fuera de tu casa y los constantes griteríos de la casa de al lado, subiste el volumen a pesar de ello.

-En otras noticias -decía el reportero con su profunda voz- les informamos que los asesinatos en "la tierra de los Merodeadores" siguen en cadena. Tres inocentes victimas fueron encontradas en las afueras del pueblo, de un niño y dos jóvenes de entre los diez y diecisiete años, dichos cadáveres fueron localizados gracias a una pareja que viajaba por la carretera a altas horas de la madrugada. Según los médicos forenses responsables de la autopsia especulan que las victimas fueron posiblemente apuñaladas y mutiladas -divisabas en el televisor imágenes en donde habían ocurrido los hechos, cuerpos de diferentes tamaños cubiertos por mantas blancas y algunos médicos forenses alrededor de la escena-. La tragedia ocurrió este mismo 6 de septiembre del año en curso, no se encontraron armas homicidas en la escena ni posibles sospechosos pero los agentes seguirán trabajando en ello...