Lauren Jauregui, de 22 años, estaba dando un paseo por el parque para tomar algo de aire fresco para aclarar sus ideas. Llevaba una camisa roja y ancha, abotonada hasta poco más de su pecho, unos pantalones negros que ceñían su cadera y unos botines negros con tacón. Aún tenía el mismo pelo largo y oscuro que apartaba hacia un lado cada pocos segundos, para dejar ver sus ojos esmeralda.
Lauren metió las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón mientras caminaba. Cerró los ojos y dejó de caminar de repente. Los abrió y miró al cielo mientras respiraba profundamente. Notó como su móvil vibraba en su bolsillo. Lo sacó y respondió la llamada.
"¿Hola?", dijo. Su voz le traicionó, pues se quebró. Notaba un nudo en la garganta y parpadeaba para intentar hacer desaparecer las lágrimas, atendiendo a la llamada.
"¿Lauren?"
"Estaré allí en seguida", dijo y terminó la llamada. Llenó sus pulmones de aire y exhaló.
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Lauren entró a la recepción del hotel con la cabeza gacha y con sus oscuras gafas de sol puestas. Entró al ascensor y pulsó un botón, pero cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, algo lo detuvo. Cuando se abrieron de nuevo, Lauren estaba cara a cara con su compañera de banda, una Camila Cabello de 21 años. Lauren intentó evitar el contacto visual con la morena, que intervino.
"Bueno", comenzó Camila. "Hoy es el día, ¿verdad?"
Lauren simplemente asintió.
"¿No me vas a hablar?"
"No tengo nada que decirte", respondió Lauren débilmente.
Camila pulsó un botón y el ascensor se detuvo. La morena se giró y encaró a la chica de pelo oscuro.
"Lauren, mírame", dijo Camila con firmeza y Lauren levantó la mirada. "Quítate las gafas y mírame a los ojos", dijo dando un paso para acercarse más. Con las manos temblorosas, Lauren se quitó las gafas y una lágrima resbaló desde sus ojos esmeralda cuando se encontraron con los de color chocolate de Camila. "Lauren, pase lo que pase, siempre estaré aquí para ti. Seré tu amiga, o un hombro en el que puedas llorar", Camila se pausó y miró a Lauren para tomar sus temblorosas manos entre las suyas. "Este no es nuestro final", dijo Camila.
Lauren miró sus manos unidas antes de levantar la mirada. "Es el final de algo", dijo.
Camila le dedicó una sonrisa triste y besó las manos de Lauren antes de acariciar su mejilla con la mano derecha, acariciándola suavemente con el pulgar. Lauren bajó la mirada de nuevo y presionó el botón rojo, haciendo que el ascensor se moviera.
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La sala de conferencias estaba en silencio. Lauren se sentó alejada del resto, con la cabeza gacha y sus ojos cubiertos por sus gafas. Camila se sentó a unas sillas de distancia, mirando a la chica con preocupación. Las otras tres chicas de Fifth Harmony entraron a la sala, Ally Brooke Hernandez, de 25 años, Normani Kordei Hamilton de 22 y una Dinah Jane Hansen de 21 años. Se sentaron en silencio unos minutos.
"Así que...", habló Dinah. "Aquí termina todo, ¿no?", preguntó. "¿Después de seis años? ¿Esto es todo?"
"Supongo", dijo Normani.
"Venga chicas, miremos el lado positivo", respondió Ally. "Hemos hecho muchas cosas buenas estos años", dijo.
"Sí, hemos salvado a personas, hemos cambiado sus vidas, ¿no es eso lo que importa?", preguntó Normani.
"Además, esto no significa que dejemos de ser amigas", añadió la más mayor.
"Ally tiene razón", dijo Camila. "Como hemos dicho antes", se pausó. "Podemos seguir saliendo como amigas", dijo mirando en dirección a Lauren, que no había dicho una palabra desde que entró a la sala.
"¿Lauren?"
"Yo... No quiero que esto termine", dijo Lauren con la voz rota.
Camila se levantó y caminó hacia la chica. Le quitó las gafas y miró los ojos rojos e hinchados de la chica. La levantó de su silla y rodeó su cuello con los brazos. Las otras tres chicas caminaron hacia ellas y las abrazaron. Se separaron después de un rato. Camila acarició las mejillas de Lauren, limpiando las lágrimas secas de la chica con su pulgar.
Camila le sonrió con tristeza. "Todo estará bien, Lauren. Te lo prometo".
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"¿Señorita Jauregui?"
Una Lauren Jauregui de 27 años apartó la mirada de la ventana y miró al conductor.
"Bienvenida a Nueva York", dijo el conductor.
"Gracias, Dan", dijo Lauren agarrando sus muletas y saliendo del coche. Observó el edificio que tenía delante mientras el conductor le ayudaba con su equipaje.
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"Bienvenida a su nueva apartamento, señorita Jauregui", dijo la propietaria.
"Gracias", respondió Lauren entrando al apartamento. Avanzó hasta un gran ventanal y observó la ciudad bajo sus pies dejando salir un suspiro. Jamás habría pensado en volver. No después de aquel día. El día que cambió su vida drásticamente.
La única diferencia era que, antes, estaba con las chicas. Sus hermanas, su segunda familia. Ahora, estaba sola.
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Home || camren (Traducción)
Fanfiction"Cuando estoy contigo... siento que estoy en casa." Hace 5 años, todas se dijeron adiós y fueron por caminos separados en Nueva York, después de su último concierto. Fue difícil para todos, especialmente para Lauren. Cinco años después, Lauren Jaure...