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Capítulo 1

Lauren Jauregui, de 27 años, levantó la mirada y vio como su vieja amiga, Ally Brooke, entraba a reunirse con ella en un pequeño café de Nueva York.

"¿Cómo estás, Lauren?", preguntó Ally.

"He estado mejor", dijo Lauren. "A decir verdad, últimamente a penas duermo", continuó.

"¿Bloqueo de escritor?"

Lauren soltó una risa y tomó un pequeño sorbo de café. Después de Fifth Harmony, Lauren quiso continuar con su carrera musical, pero la de Camila estaba arrasando con todas las listas, por lo que decidió no competir con la que había sido su compañera de banda. Decidió centrarse en su carrera como escritora, y el único libro que había publicado era una autobiografía de su vida cuando estaba en Fifth Harmony. A nadie le importaba ella más allá del grupo, pues Camila era siempre el centro de atención y Lauren era más callada y reservada.

"Ojalá fuese eso", respondió Lauren mirando su taza.

"¿Es por aquel día?"

Lauren asintió en silencio, su corazón empezó a latir con fuerza cuando su mente volvió a aquel día. Cerró los ojos y respiró profundamente. Los abrió y sonrió débilmente a la chica más mayor.

"Bueno, ¿cómo estáis Troy y tú?", preguntó Lauren.

Ally sonrió. "Estamos genial, estar casada con él es lo mejor que me ha pasado en la vida"

Lauren sonrió ampliamente, "Me alegro, Ally. Estoy muy feliz por ti", dijo.

"Gracias, Lauren", respondió Ally.

"Y... ¿sabes algo de las demás?", preguntó Lauren.

"Normani está viviendo un sueño. Es la próxima Beyoncé, literalmente", dijo Ally. "Es una locura"

"¿Y Dinah?"

"Está con su familia", respondió la más mayor. "No entiendo por qué no les hablas sin más. Quiero decir, les gustaría saber de ti"

Lauren negó con la cabeza y bajó la mirada. "No después de lo que pasó"

"Lauren, tienes que dejar de castigarte por lo que pasó", insistió Ally.

"Pero fue mi culpa", respondió la chica de ojos verdes encontrándose con los de Ally. Bajó la mirada y negó con la cabeza una vez más, retiró las gafas de sus ojos y pasó la mano por su larga y oscura melena.

"Aun haces eso, ¿eh?", preguntó Ally con una sonrisa.

Lauren dejó escapar una pequeña risa. "Supongo que es una manía", dijo.

"Me alegro de volver a verte, Lauren", comentó la más bajita.

Lauren sonrió, "Lo mismo digo, Ally"

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"Lauren, quieren un nuevo borrador este viernes", dijo Steve, su agente. La chica le ignoró y continuó viendo la televisión. Frustrado, Steve agarró el mando a distancia y apagó la pantalla.

"¡Eh!", exclamó Lauren.

"Hablo en serio, Lauren", continuó. "Si no tienen un borrador este viernes, te echarán. Y nadie querrá publicar tus libros", dijo.

"Tampoco es que quiera", dijo Lauren.

"¿Y ahora qué? ¿Vas a dejarlo?", preguntó Steve. "Porque la Lauren Jauregui que conocí no era de las que abandonaba. Era una luchadora", dijo. "¿Qué ha pasado con ella?"

"Murió hace mucho tiempo", respondió Lauren mirándole fijamente.

"De acuerdo, renuncio", dijo el chico lanzando el mando al sofá y saliendo del apartamento de Lauren.

La chica agarró el mando y encendió el televisor de nuevo. Comenzó a pasar canales hasta que algo le llamó la atención. Era nada más y nada menos que Camila Cabello. Era un concierto en directo para MTV.

"Si no os importa, volvamos atrás en el tiempo", dijo Camila y el público se volvió loco. "Solía estar en un grupo llamado Fifth Harmony, ¿lo habéis escuchado alguna vez?", preguntó y apuntó a los asistentes con el micrófono. "Esta canción se llama Sledgehammer, espero que os guste", finalizó.

If you could take my pulse right now, it would feel just like a sledgehammer...

Lauren sintió como su corazón se aceleraba y sus ojos se llenaban de lágrimas. Camila seguía siendo igual de buena, o incluso mejor. Su voz había madurado, y Lauren notaba la diferencia, pues antes acababa agotada con cada canción, pero ahora estaba cantándola con pasión y energía. Parecía que no le costaba nada. Lauren miraba como la chica que una vez conoció estaba haciéndolo genial en el escenario, siendo la mujer a penas conocía.

"¡Gracias! ¡Os quiero!", dijo Camila saliendo del escenario.

Lauren agarró el mando y apagó la pantalla. Lo dejó en la mesa y enterró la cara entre sus manos. "Dios", dijo respirando profundamente. Levantó la cabeza y observó como sus manos comenzaban a temblar. Frotó su cintura nerviosa, se levantó y comenzó a cojear hasta su habitación. Tomó un par de pastillas naranjas del bote y se ayudó a tragarlas con un vaso de agua.

"Joder."

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"¿Lauren? ¿Donde estás?"

"No puedo hacer esto, Lauren..."

"Por favor... ¡Dime qué he hecho mal!"

"Lo siento, Lauren..."

Un sonido despertó a Lauren. Se incorporó y miró a su alrededor. Su corazón latía con fuerza en su pecho. Estaba cubierta por una fina capa de sudor y le costaba respirar. Pasó las manos por su pelo. Las voces en su cabeza, las imágenes... No paraban.

"Eres débil. Eres patética. Nunca te quiso. ¡Nunca le importaste!"

"¡¡Basta!!" exclamó Lauren y empujó la lámpara que descansaba en la mesa de noche, haciendo que la lámpara cayera y se destrozara. Los sonidos, las voces y las imágenes pararon de golpe. Lauren se sentó en la profunda oscuridad de su habitación.

"Mierda", murmuró sin aliento.