—Explícame que hacen ellos aquí —dijo malhumorado señalando a los dos tipos altos sentados al otro lado del bus en el que viajaban
—No me preguntes a mi, Tao fue quien invitó al poste amarillo, aunque, si te pones a pensarlo, es mas bien tu culpa que el otro Poste se anotara—respondió su primo de forma pensativa.
—¿¡Mi culpa!?—Grito provocando que todas las personas que viajaban en el bus voltearan a verlo con curiosidad, se aclaro la garganta y se acerco para susurrarle al moreno—¿como puede ser mi culpa si más bien lo quiero tres metros bajo tierra?—
—ay por dios Sehun, eres un exagerado —rió burlista el muchacho mirándole con incredulidad
—Lo siento Hunnie—se giro para encontrarse con la cara arrepentida y culpable de su chino amigo rubio—no pensé que causaría tanto problema, yo solo quería invitarlo a salir—susurro apenado y levemente sonrojado, sabía que el otro realmente gustaba del poste amarillo y probablemente el sentimiento era mutuo, también sabia que con lo sensible y penoso que era su amigo, haber invitado al mas alto a venir con ellos era algo que le debió tomar mucho valor.
Volvió a suspirar—no te preocupes, no estoy molesto contigo —sonrió un poco y le revolvió el cabello a su amigo quien aún se encontraba haciendo un pequeño puchero, tratando de relajarse en su asiento dirigió nuevamente la mirada al par de intrusos, suspiro nuevamente negando ligeramente con la cabeza, solo esperaba que el imbécil orejón no se pusiera creativo, no estaba de humor como para pasar estos días que se suponían serian de paz, lidiando con las estupideces del mas alto.
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Al fin habían llegado a su destino, el objetivo de este viaje era de pasar un rato con sus familiares y amigos de su antiguo hogar, el plan consistía en llegar a casa de los tíos de Tao para quienes con gusto habían aceptado acogerlos a todos durante su estadía.
dejar las cosas en casa de los tíos fue una situación muy incomoda para algunos, Tao no dejaba de sonrojarse y tartamudear ante la mirada atenta del rubio mas alto, quien coquetamente no paraba de preguntarle cosas al menor. Mientras todo esto sucedía su primo o el muy idiota como a el a veces le gustaba llamarle, lo había abandonado para siempre tirando las maletas en una esquina y alegando que "necesitaba ver si Soo seguía viviendo en el mismo lugar" Sepan ustedes quien carajo era ese tal Soo, vagamente recordó que alguna vez su primo le había hablado sobre un crush que tenia del pasado, pero bueh, el no se pondría a indagar en el pasado, tampoco era como si realmente le importase, suspiro por quien sabe que vez en ese día e ignorando por completo al par de chinos, decidió salir a dar una vuelta y así dejar de sentirse como la tercera rueda, lo que no contaba era que un par de ojos lo habían estado observando todo ese rato, observando cada movimiento que hacia y siguiendo sus pasos sin que este se diese cuenta.
Parecía tremendo estúpido siguiendo al menor y escondiéndose detrás de cada pared que encontrara, no quería parecer acosador, pero ya se había aburrido de ver como el tarado de su amigo trataba de meterse en los pantalones del chino con cara de panda, era obvio que el otro estaba mas que enamorado de el, rodó los ojos ante ese pensamiento, su amigo la tenia tan fácil, en cualquier momento el podría probar ese culito sin mucho problema, a diferencia suya, que por mucho que le doliera admitirlo, ninguno de sus planes le habían funcionado, ese pequeño amargado era difícil de convencer, intento todo por lo que las adolescentes ingenuas siempre se dejan llevar y lo único que consiguió fue golpe, tras golpe, estaba comenzando a preocuparse ya por la salud de su mi Yeollie, ya que el mas pequeño tenia cierta fijación en golpearlo justo en esa parte, que injusticia, sabiendo que su amiguito podría brindarles mucha diversión a ambos y el otro solo buscaba destrozarlo.
Continuo siguiendo al otro, de vez en cuando algunas personas le miraban con desagrado ¿pero quienes eran ellos para juzgarlo? le mostró el dedo del medio a una viejita que lo vio horrorizada y defendiendo su dignidad se acerco a el para golpearlo con su cartera ¿¡que carajos cargaba esa maldita vieja en esa carterita!? escapo de la vieja lo mas rápido que pudo, aun así durante su intento por salvar su vida de la vieja satánica, logro observar como su objetivo se había detenido hace rato en un lugar de ese pueblo y que ahora se encontraba hablando muy amenamente con otro tipejo de cabello rojo, arrugo el entrecejo y se acerco lo mas sigiloso que pudo para poder escuchar la conversación ajena
—Ha pasado tanto tiempo Hunnie!— escucho decir al tipo pelirrojo— ¿que paso con tu cabello? la ultima foto que Tao me enseño de ustedes tenias un arco iris en vez de pelo! me moría de ganas de verlo—continuo haciendo un puchero, que para Chanyeol resulto bastante irritante.
—¿que te puedo decir Luhan? uno se cansa de lo mismo —respondió el menor entre risas—pero tu no te quedas atrás ¿rojo? ¿enserio?
—quise un cambio, ademas tienes que estar de acuerdo que este color me hace ver bastante sexy—sonrió de lado mientras alzaba las cejas sugestivamente, este tipo realmente quería morir, pensó el mas alto aun escondido tras una pared cercana ¿¡quien se creía que era para andar coqueteando con su presa!?
—bueno, en eso tienes razón—respondió el otro siguiéndole el juego— si te vez algo sexy ¡pero que no se te suba a la cabeza!— dijo dándole un leve golpecito en el hombro
El peliblanco abrio la boca notoriamente sorprendido ¡ese intruso había logrado recibir un cumplido del menor! y todo por su estúpido cabello rojo, bueno, dos podían jugar a ese juego, si el rojo era sexy, entonces rojo seria, a estas alturas haría lo que fuese para ganar esa lucha, porque señoras y señores, esto era guerra.
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¿Pero que mier...? [ChanHun]
HumorLas cosas que pasan en una noche de borrachera, Chanyeol y Sehun no se lo esperaban