capítulo 1: infierno

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Mi nombre es Kar Summers, y soy un soldado Aleman pero no soy como los otros, yo no vendí mi alma al diablo.

Es el año 1945, Alemania está sitiada los aliados por un lado, y los rojos por el otro fui elegido como Guardia de honor de la SS,
Mi deber cuidar al Fiurer estábamos en su búnker yo vigilaba la puerta, mientras Hitler tenía una reunión con sus generales de confianza, yo más bien diría sus ciervos...

Hitler: quiero un informe, y nuestras tropas?

General de la SS: Mi fiurer nuestras tropas están perdiendo, los rusos avanzan sin parar y los aliados pronto llegarán.

General de la SS 2: Mi fiurer hay que llegar aun acuerdo.

Obviamente a Hitler no le gustó esa noticia.

Hitler: LLEGAR AUN ACUERDO?!!, ESTA USTED LOCO DEBERIA HACER QUE LOS FUSILEN!.

General de la SS: pero mi fiurer, que podemos hacer?

El lo pensó un momento y dijo...

Hitler: activen el artefacto.

General de la SS: se-señor no sabemos que puede pasar.

Hitler: activelo ya.

Todos: si mi fiurer.

No sabía que era el "artefacto" ,pero escuche rumores, los nazis habían organizado excursiones por todo el mundo, para buscar reliquias que les ayudarían a ganar la guerra, pero pensé que era eso rumores, que equivocado estaba.

Comenzó con una luz en el cielo y un murmullo entre las nubes, soldados caídos por todo Alemania se levantaron, sólo con una sola cosa en mente alimentarse de carne de los vivos, pero los nazis no contaban con algo la naturaleza violenta de esas bestias, no importaba el uniforme que llevarán atacaban sin discriminación, ya sean americanos ingleses soldados de la resistencia rusos, incluso alemanes no les importaba nada más que alimentarse.

Logre salir del búnker sólo para entrar a ese infierno, la luz que salía del cielo caía en el Museo del Riestarg, supuse que allí estaba el "artefacto", vi una batalla campal entre un batallón americano y esas cosas, no tuvieron oportunidad les habrán disparado cientos de veces y parecía que nisiquiera lo notasen, comenzaron a devorar a esos soldados o dios aún lo recuerdo, vomite al ver esa escena.

Karl: tengo que salir de aquí

Baje en silencio del búnker, pero un soldado me vio...

Soldado alemán: adonde vas?

Karl: yo iba a orinar.

Soldado alemán: eso es mentira, intentaras escapar llevame contigo.

No sabía que hacer, si me negaba me dispararía, y si decía que si no se cuanto durariamos afuera.

Karl: bien vamos.

No termine de decir eso y un oficial nos vio.

Oficial: que hacen?

Karl: nada señor, sólo hablábamos.

El otro sujeto al verlo se hecho a correr, tuve que hacer lo mismo no iba a desperdiciar esa oportunidad.

Ofical: TRAIDORES!!! (Disparandoles)

Nos comenzó a disparar y logró alcanzar al otro, no me detuve a verlo sólo corrí hasta que llegue a la ciudad, no lo pensé bien sin armas sin comida abandonado en la tierra de los muertos, y vestido de nazi que podía ser mejor comencé a caminar por las calles abandonadas, en un intento de ver a alguien aún vivo de la nada comencé a recibir disparos, me puse a cubierto y comencé a gritar.

Karl: NO SOY UNO DE ELLOS!!!

Pero seguían disparando, supuse que eran soldados alemanes por el ruido de MG 42 que escuchaba, pero en vez de aliados me encontré con una abominación...

Esas cosas parece que aún conservan un poco de su inteligencia, o sus recuerdos como sea me encontré con un monstruo de 2 metros, que tenía una MG 42 que la operaba como si nada, para mala suerte mía no tenía forma de enfrentarlo, sólo podía corre...

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Esas cosas parece que aún conservan un poco de su inteligencia, o sus recuerdos como sea me encontré con un monstruo de 2 metros, que tenía una MG 42 que la operaba como si nada, para mala suerte mía no tenía forma de enfrentarlo, sólo podía correr pero esa cosa aún me seguía, me acorralo a los pies de una estatua comencé a rezar, y pedir perdón a Dios esa bestia disparo pero ninguna bala me dio.

Aunque conserven un poco de su inteligencia, no tienen buena puntería todas la balas fueron a la estatua, y se quedó sin balas comenzó a caminar hacia a mi apuntó de descuartizarme, pero la estatua al tener tantas balas cayó y lo aplastó, pensé que alguien me cuidaba que mis rezos habían sido escuchado.

Entre en una casa y la forifique, ventanas y puertas selladas con tablas, no era una gran defensa pero serviría, subí aún cuarto y me recoste pero no pude dormir, sólo oía gritos y disparos camine por la casa, intentando aclarar mis pensamientos, vi aún niño afuera lloraba o eso creía, intente llamar su atención para que entre, se dio vuelta y quede horrorizado su cara consumida por el fuego, y estaba comiendo un brazo.

Volví a bloquear la ventana y subí otra vez, desde el cuarto se podía ver el Museo, y ese rayo que caía del cielo, dentro de mi sabía lo que tenía que hacer.

Karl: abrimos las puertas del infierno, y es mi deber cerrarlas.

Aunque me cueste la vida.

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