Volvimos de paris, bueno mas bien solo yo volvi, cuando baje del avion todos en la base se me quedaron viendo, no podian creer que alguien como yo se haya salvado, creo que ellos pensaban que los abandone, que hui y los deje a su suerte, el piloto me denfendio dijo ¨el hizo todo lo que pudo¨, dudo que haya hecho una diferencia, pero fue amable de su parte, teniamos las estatuas era todo lo que me importaba, se las mostre al mando y ellos dijeron que habia que viajar al museo, pero para ello teniamos que ir en tren a Aztwich, el campo de concentracion nazi, el cual habia cobrado mas de 1 millon de vidas, me pusieron en otro equipo, el capitan era aleman un nazi convertido como yo, una chica llamada Helga de Berlin, los nazis la habian reclutado a los 16 y desde entonces les sirvio.
Helga: Supongo que tu eres Karl.
Karl: Si lo soy, mucho gusto.
Ella no me respondio, se quedo viendo mi tatuaje en mi mano.
Helga: Que me dirias si te digo que soy del norte y estoy bucando algo...
Karl: Yo te diria que soy del sur, y es a mi a quien buscas, como es que...
Helga: Lo sabia eres tu, eres el guardian.
Karl: ¿Que?
Helga: Eres el guardian, el ultimo de un linaje, ese tatuaje lo dice.
Karl: ¿Que esto?, no es solo un tatuaje, que me hice cuando me enliste.
Helga: Es igual, eso significa que eres un guardian.
Helga: Esa marca es el escudo de la orden, que a protegido a la humanidad por miles de años.
Al principio crei que estaba loca, que por la presion habia perdido los estribos.
Karl: Y ¿como sabes eso?
Helga: Es mi trabajo, pertenecia a la division paranormal de las SS.
Karl: Eh si escucha, te equivocas esto es solo una coincidencia.
Helga: Las coicidencias no existen mi amigo.
Despues de esa extraña conversacion, partimos a la estacion nos acompañaban 4 soldados ingleses, les sere sincero creo que el mando no confiaba en nosotros, por eso nos envio a los soldados, subimos al tren y nos pusimos camino al museo, aun no dejaba de preguntarme si era cierto, si la pintura lo demostraba tenia mucho en que pensar.
Helga: Estas muy callado.
Karl: Si lo siento, es que esto es mucho.
Helga: Lo entiendo, no todos los dias te dicen que eres la ultima esperanza de la humanidad.
Karl: Si sobre eso, digamos que tienes razon, que soy un guerrero de dios o algo asi, ¿que hago?
Helga: Tendras que enfrentarte con el demonio, y desterarlo de la tierra.
Karl: Entonces sin presiones eh.
Helga: No te preocupes, lo harás bien -me lo dijo en un tono burlón- .
Karl: Hay dios ¿por que?
Hablamos todo el viaje, sobre que hacer cuando activaramos las estatuas...
Helga: Muy bien ya lo tienes claro no.
Karl: Eh si claro, dime una cosa como alguien como tu, ¿término sirviendo a la SS?.
Helga: Es una larga historia.
Karl: Tengo tiempo.
Helga: Bueno de niña me fascinaba la magia, todos los días intentaba invocar criaturas, aunque no funcionará me divertía igual, pero juraría que un día vi a un hombre alto delgado con traje y calvo, pero debió ser mi imaginación.
Karl: Jeje si claro continúa.
Helga: Bueno mis padres eran muy patriotas, tanto que le daban gracias a Hitler en la mesa, un día la Policía secreta llegó a nuestra casa, decían que necesitaban mis "dones".
Karl: No me digas que te pusieron en el programa de reproducción.
Helga: ¿Que? no dijeron que necesitaban que les ayudase con algo, era un libro antiguo me preguntaron si lo entendía, les respondí que si y uno de ellos dijo "es ella" , así que desde ese día trabaje para la división paranormal de la SS.
Karl: ¿Te arrepentiste de decir si?.
Helga: Cada segundo, bueno basta de mi así que dime, ¿como la única esperanza de la humanidad, término siendo nazi?
Karl: Bueno lo hice para servir a mi país, no a los nazis y también para defender a los míos, no a Hitler pero supongo que con el tiempo adoptas los ideales equivocados.
Helga: Supongo que ambos elegimos mal eh.
Karl: Si eso creo.
Helga era buena un ángel, si no hubiera sido por la guerra y está pandemia, ella hubiera sido una bibliotecaría o ama de casa, pero al final las cosas no siempre salen como quieres.
Al cabo de unos minutos el tren paro, el maquinista abrió las puertas y bajamos, por fin llegamos a Aztwitch, podía escuchar aún los gritos de lamentos de miles de almas en pena, sólo los ignore faltaba poco para acabar esto, o bueno eso creí al principio, pero la verdad estaba más lejos de lo que creíamos.
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La Tierra De Los Muertos
Science FictionAlemania está al borde del colapso, los aliados por un lado y lo soviéticos por el otro, cierran una pinza sobre Berlín pero lo Nazis tienen una arma "milagrosa", una que le costaría al mundo.