Lucy.Despierto.
Un fuerte zumbido me obliga a hacer una mueca de dolor e intento moverme, pero solo logro aferrarme de algo duro cubierto de una peculiar suavidad. Espero que mi vista haya mejorado, aunque dudo mucho que sea suficiente para descubrir dónde me encuentro, entonces abro los ojos de golpe y los cierro a la misma velocidad por la inmensa luz qué me rodea, todo es blanco. Los abro de nuevo, esta vez con más lentitud y veo una figura borrosa en frente mío, puedo notar que el color rosa sobresale en la parte más alta de esta, suspiro aliviada. Afirmo que es Natsu; es decir, ¿De verdad hay alguien más en el mundo que hubiera nacido con ese color de cabello? (Supongo que debe ser natural, él nunca me ha hablado sobre el tema) y a la vez que parpadeo,mi vista mejora, puedo sentir como sus labios tibios besan mi nariz para luego levantarme ligeramente mientras me abraza, le correspondo sonriente. Por fin dejé de escuchar aquel zumbido y ya no me siento tan adormecida.
-Eres muy problemática-. Susurró con voz cansada rozando mi oreja.
-Lamento las molestias-. Respondí riendo un poco.
Cuando se separó de mi, me incorporé lentamente y mire estupefacta a la persona que se encontraba en la puerta a punto de tocar el picaporte, supongo que mi despertar la hizo detenerse. Ella era una mujer realmente hermosa, su cabello escarlata cubría la mitad de su rostro pero aun así mostraba una expresión de felicidad. Una delicada sonrisa se posaba en sus labios mientras caminaba hacia mi.
-Sra. Dragneel, me alegro de que se encuentre bien, soy Erza Scarlet, un gusto conocerla-. Debió notar que en mi cara había un letrero diciendo: "¿Dónde demonios estoy?" porque añadió.-Estoy consiente de que esté desconcertada por despertar en este lugar, sin saber exactamente qué es lo que le sucedió y por qué terminó aquí, yo me encargaré de ayudarla, a usted y a su esposo. Sin embargo, me temo que no es el momento para responder a sus dudas; le aconsejo que debería comer algo, inapropiadamente ha sido drogada y a causa de eso perdió fuerzas-. Hablaba rápido. Asentí, sintiendo la mano en mi hombro de la mujer de cabellos de fuego, su tacto transmitía protección y eso me relajó. Volvió a la puerta.-Estaré afuera esperándolos, los guiaré al comedor-. Antes de que saliera de la habitación, le hablé por primera vez.
-¿Quién me drogó?-. Pregunté.
Ella paró en seco, dejando un poco abierta la puerta. Parece que esa no se la esperaba. Natsu puso su mano sobre la mía.
-Eso no tuvo por qué haber pasado, lo lamento-. No se volteó para míranos, lo que causó que me irritara.- Fue uno de nuestros agentes, algo salió mal-.
-¿Ustedes fueron?-. Dije con voz baja pero agresiva.
Frunciendo el ceño, me abalancé hacia delante para acercarme a ella, pero al parecer la brusquedad del moviendo hizo que la cabeza me diera vueltas, pensé que me caería de la cama hasta que Natsu me atrapó y me puso contra su pecho, podía sentir como él giraba un poco la cabeza para mirar a Erza.-Estaremos con usted dentro de cinco minutos-. Dijo
Oí la puerta cerrar y luego solo silencio.
-Seguramente fue ella-. Mascullé con la voz apagada por la tela de su playera azabache. Me separó de él para poder verlo a la cara, tenía arcos grises debajo de sus ojos.
-No, aunque no pude verla con detenimiento, la persona que te atacó tenía los ojos azules y era más pequeña, créeme-. No le llevé la contraria, siempre le creería porque confío en él.-La razón por la que sé eso, es porque tuvimos una agradable charla-. Sonrió.
-¿Estás bien? Te ves cansado-. Alargué la mano y toqué con amor su mejilla, Natsu suspiró mientras escondía su cabeza en mi cuello.
-No he dormido desde que te encontré en el pasillo de la casa, no podía hacerlo. Me derrumbé al verte así, se supone que te protegería y te descuidé estúpidamente, no sé qué haría si te pasara algo, no lo soportaría, yo....-. Perdía la voz conforme hablaba hasta que se detuvo, me encargué de acariciar su espalda con lentitud ya que para él era un efecto calmante. Después de eso besé su sien y tomé su rostro entre mis manos.
-Tranquilo, estoy aquí contigo, ahora y siempre-. Lo abrasé.
-Tenemos que irnos, porque en este momento no hay nada más en lo que piense, excepto dormir contigo-. Dijo con humor, reí por su comentario al tiempo que negaba con la cabeza.
Bajé de la cama con piernas temblorosas, el hormigueo que sentía en ellas era molesto. Me puse las pantuflas que habían a un costado y ambos salimos un poco nerviosos.
Tal como ella dijo, Erza nos esperaba sentada justo a un lado de la puerta, se levantó con una expresión serena para luego caminar sin dirigirnos alguna palabra; observé el largo pasillo que atravesábamos, casi no había gente, y la poca que se encontraba caminando con pasos veloces, no se atrevían a mirarnos, tenían el rostro sorprendentemente flemático e incluso pensé que éramos invisibles bajo su vista.Nos detuvimos en una enorme sala sin puertas, con elegantes mesas de comedor y ventanas donde se podía ver un infinito jardín acompañado del cielo de tono naranja pálido, sonreír al ver tal amanecer.
No se encontraba nadie además de nosotros.-Espero que sea de su agrado, tendré que retirarme-. En un abrir y cerrar de ojos desapareció.
Natsu se arrojó al enorme sofá que había en el centro, el golpe sordo de la tela me hizo dar un respingo.
-¿Está bien que duerma un rato, linda?-. Balbuceó.
-No hay problema, descansa-. Sonreí.
Con lentitud se dio la vuelta y tan solo se quedó quieto.
No estaba acostumbrada a tanto silencio, incluso podía escuchar mi corazón latir lentamente. Caminé a las ventanas y casi me asusto por mi propio reflejo.
Estaba hecha un desastre, tenia la cara pálida con pequeños hematomas, mi cabello estaba suelto y lleno de mugre, sin mencionar mi camisa casi sin botones; dejando ver la camisa blanca.Una voz femenina me hizo girar con brusquedad.
Era una chica de baja estatura, demasiado, pienso yo. Estaba estirándose mientras bostezaba sin percatarse de mi presencia o la de Natsu, tenia un cabello azul pastel, corto y alborotado.
Llevaba puesto una playera de rock and roll que le quedaba gigante, sus diminutas piernas desnudas saltaban hacia el refrigerador.
Fruncí el ceño pensativa.
Yo la conozco.-¿Levy?-. Pregunté sin pensar.
La chica casi se le cae el jugo de naranja por el susto, chilló cuando trataba de volverlo a poner a su lugar para por fin voltearse. Me vio. Y su reacción fue como si hubiera visto un fantasma.
-...Lucy-. Susurró.
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Hola ♥️
Ha pasado mucho tiempo desde que publiqué algo de ésta historia y en general en mi perfil, no les voy a mentir, la verdad quise dejar esto en pausa. Les pido disculpas y disfruten de lo poco que logré escribir:(
Pienso cambiar mi tipo de contenido pero la verdad disfrute escribir esta historia y por lo que veo ustedes les gustó leerla, así que la dejaré. 💖XX
Lux.
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Amor peligroso
FanfictionSon una pareja de caza recompensas y son los más temidos en toda Magnolia. Ella, una rubia de cuerpo de diosa, espía y especialista en armas. El, un peli rosa con una fuerza sobrehumana, conocido por "Salamander" pues es famoso por los destrozos q...