First Love [ K. TH x P. JM ]

III

Uno de los peores recuerdos fue la vez que Taehyung puso una mano sobre Jimin. Nunca habían peleado entre ellos, a pesar de haber tenido pequeñas discusiones. El mayor estaba tan ebrio que no le importó acercarse a varias chicas con claras intenciones. Había intentado ser educado, pero el alcohol le había echo sacar una depravada lengua y por supuesto unas manos muy sueltas. Cuando sintió una mano impactar contra su mejilla, pensó que sería alguna de esas chicas por lo que solo sonrió. Sin embargo al abrir sus ojos no pudo evitar sorprenderse al ver a su Tae justo en frente de él. No tardó dos segundos en jalar de su abrigo para sacar a su ebrio amigo de aquel antro con o sin su ayuda. Jimin permaneció en silencio todo el camino hasta su casa, aquel golpe había sido como una ducha de agua fría. Al llegar a su casa su madre no dudo en regañarlo y castigarlo varios días después.

No obstante no había vuelto a hablar con su mejor amigo, supuso que estaba enfadado al no contestar sus mensajes debido al numerito del borracho que había montado. Frustrado y cansado, dejo pasar varios días hasta que una madrugada su teléfono comenzó a vibrar. No pudo responder debido al sueño tan profundo en el que se encontraba, pero al día siguiente pudo oír el mensaje de voz.

- Jiminie, lo siento mucho, lo siento muchísimo, no debí hacer eso. - La voz de Taehyung sonaba entrecortada, sorbía de vez en cuando su nariz y sollozaba cada vez que intentaba decir alguna palabra - Soy el peor amigo que podrías tener. Y-Yo no quería pegarte, pero no me hacías caso y esas chicas eran de la misma edad de Noona. Me deje llevar pensando que pasaría si alguien tratase así a mi hermana y y y lo siento mucho. No me odies por esto. Eres lo único que tengo, por favor no me dejes solo.-

Si algo sabía Jiminie es que Taehyung era muy sentimental aunque no lo demostrara y cuando lo hacía como en el mensaje de voz, significa que algo iba muy mal. Eso lo había aprendido desde que era un niño. Por lo que no dudo ni un segundo más en vestirse para salir de su habitación. La casa de Taehyung solo estaba dos calles más allá, por lo que corrió hasta estar frente a su puerta y tocar repetidas veces.
La señora Kim fue la encargada de abrir la puerta al notar la insistencia del timbre, se asombró al ver como él mejor amigo de su hijo entraba corriendo en su casa hasta la habitación de Taehyung.

El moreno no había podido dejar de llorar en toda la noche arrepentido de sus actos, por lo que cuando vio el rostro de su mejor amigo entrar en su cuarto se lanzó hacia el para abrazarlo con fuerza. Ninguno de los dos supo cuando tiempo permanecieron pegados el uno al otro, en silencio, pero fue más que suficiente para demostrar lo que sentían sin palabras.