10 razones por las que mi novio es un idiota【JongKey】

Razón no. 1

No sabe cocinar.

Kim Jonghyun no sabía cocinar. No sabía absolutamente nada de cocina, ni siquiera el nombre de las "cosas" que se utilizan para cocinar.

Su novio lo comprendía y hasta le daba ternura, pero una cosa es no saber y no hacer nada, y otra cosa muy distinta es no saber e intentar hacerlo igual asesinando a su cocina.

—¿Qué es esto?

— ... ¿Sopa? 

Kibum elevó una ceja. —¿Sopa? —repitió sin poder creer que la cosa gris y espesa de la olla era sopa.

Jonghyun asintió suave.

Con una cuchara el menor tomó un poco de lo que había dentro de la olla, acercando su nariz para olerla, pero era inútil, aquello desprendía un olor fatal que se sentía a kilómetros de distancia.

—Creo que no tengo que decirte que, obviamente, esto no es sopa. —lo miró y Jonghyun bajó la cabeza, avergonzado.

Kibum se sintió como una mala persona, de esos que regañan a bebés, tanto que quiso arrepentirse e ir a abrazarlo y apretarle sus mejillas mientras le decía que no debería hacer travesuras mientras él no estaba en casa.

—Yo... Quería intentar hacer algo para ti...

—Y entonces destruiste mi cocina.

—Lo siento... De verdad... —se encogió de hombros, demasiado apenado.

El menor mordió su labio inferior por adentro, intentando contener esa sonrisa llena de ternura que quería salir.

—Es que... Siempre eres tú el que cocina y quise intentarlo... Creí que era fácil... ¡Pero la zanahoria no se cortaba y no sé en cuánto tiempo se cocinan los fideos!

Su tono de niño fue una dulce melodía para los oídos de Kibum, quién se cruzó de brazos para seguir escuchando su desgarradora historia en el campo de batalla.

—Primero tuve una pelea con las ollas. No sabía cuál usar porque ¡son todas distintas! ¿Y si usaba una que no era? Taemin me dijo usara cualquiera, ¡pero por qué las hacen diferentes si son todas iguales! No estaba seguro de cuál usar y tampoco recordaba cuál usabas tú. Además...

Jonghyun siguió hablando y hablando, quejándose sobre las cosas de la cocina con gestos que dejaban al descubierto que en realidad no era más que un niño, Kibum lo único que podía hacer era mirarlo incrédulo, incluso gracioso. Aquello era totalmente ridículo, tanto que de un momento a otro ya se encontraba riendo.

Jonghyun frunció el ceño. —¡No te rías! Es serio. ¿De verdad se cortan las papas antes de ponerlas a hervir?

No se molestó en decirle que en realidad no importaba, que eso dependía de la persona que cocinar, tampoco es como si pudiera, las carcajadas salían solas de sus labios.

—Jonghyun, ¿puedo darte un consejo? —sonrió ante los ojos confundidos del moreno —La próxima vez que quieras cocinar algo para mi sólo pídelo y haz como si tú lo cocinaste —le guiñó el ojo, pellizcando su pecho —. Prometo creerte, cariño.

—Pero —juntó sus labios en un adorable puchero —, yo quiero ser el novio perfecto, así las personas envidien el perfecto novio que tienes.

Kibum puso los ojos en blanco, divertido. —Ya eres perfecto, mi amor, si supieras cocinar serías demasiado para este débil mundo.

Jonghyun le sonrió ante su tono exagerado, rozando sus narices y anhelando un beso.

—La única razón por la que no sé cocinar es porque el destino sabía que me encontraría a alguien como tú.

El corazón de Kibum latió fuertemente dentro de su pecho, expresándolo con una sonrisa. La ternura en ese momento desbordaba de su corazón y estaba seguro que si se viera en un espejo, la mirada que traía era un alguien totalmente enamorado.

—¿Ves? Por eso es que tú te encargas del lado cursi y yo de la cocina.