Capítulo 29: Enseñando

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La dedicatoria es para todas las chicas que me leen, GRACIAS A TODAS!

(NADIE ADIVINÓ LA RESPUESTA DE LA ANTERIOR PREGUNTA)

POV. Zayn

Esto era el colmó, me dolía la cabeza como los infiernos. No lo aguantaba seguro y hasta migraña tenía.
Un sonido bastante irritante para mi oídos, sono desde algún lugar de la casa de Chris. Me di cuenta de que Chris no se encontraba. ¿A dónde diablos se iría? No le importa que su amigo se este muriendo por la resaca.
Encontré mi celular en el suelo por debajo de la cama. Contesté sin ver quien era me sentía con los ojos pesados. Como para ver quien era la persona que trataba de comunicarse conmigo. Más le vale que sea importante, si no quiere morir.

- Hola...- Respondo aún con sueño.

- ¡Hola! Como ha dormido el Rey de las fiestas- Dice la voz más irritante e inconfundible en el mundo.

- ¡Maldita sea Stephen! Me está explotando la cabeza- Exclamó un poco molesto-, ¿Qué quieres? Más te vale que sea importante- Digo casi gritando y atravesando el altavoz.

- Quiero hablar contigo, te parece si nos podemos ver en algún lugar- Dice Stephen ahora más calmado y tranquilo.

- ¡Ahora no! Pero si tantas ganas tienes de hablar conmigo. Ven a la casa de Chris, te mando la dirección por un mensaje- Digo por último y cuelgo. No me interesa si no le dije adiós o algo por el estilo. De verdad, quería colgar y me volví a recostar en la cama. Arrepintiendome de haber tomado demasiado. Estas son las consecuencias de haber bebido demasiado.

Pude escuchar como una puerta se abría. Creo que era Chris que ya había llegado, pero se escuchaban más voces afuera de la habitación. Al parecer Chris no era el único allá afuera. No me importó si tenía la misma ropa o si me encontraba despeinado y con grandes ojeras salí de la habitación. Encontrandome en la sala con Chris y Stephen ahí en la sala, ¿Éste idiota a que hora había llegado?

- ¡Oh Zayn! Te vez terrible...- Dice Stephen con burla al verme así de mal.

- Y tú no te puedes ver mejor idiota...-Digo con sarcasmo y ruedo los ojos en blanco.- ¿Qué haces aquí? Ni siquiera te he enviado el mensaje de la dirección, ¿Cómo es que llegaste aquí?- Pregunto confundido al verlo aquí. De verdad es tan importante hablar ahora.

- Mira, salí de casa a hacer las compras y de paso aspirinas para tu dolor de cabeza... Y casualmente afuera del super me encontré a Stephen y se tomó la molestia de traerme porque quería hablar contigo- Dice Chris dejando las bolsas de compras en el sillón.

Me dirige hacia la bolsa y saque las aspirinas y una botella de agua. Me los tomé para quitar está insoportable migraña.

- Gracias por preocuparte por mi... Eres un gran amigo Chris, no te olvidaste de mi- Digo a Chris agradeciendo las compras de las pastillas.

- Sabes que te quiero, morocho- Dice Chris dándome unos golpecitos en el hombro luego se va de la sala para dejarnos a Stephen y a mi solos.

Estaba en silencio por unos segundos creía que Stephen ya no iba a decir nada. Hasta que decidió abrir su desafortunada boca.

- ¿Morocho? Es enserio...- Dice Stephen burlándose de mi. Pero este tipo quien se cree para burlarse de mi.

- ¡Callate! A ti no importa como nos hablemos Chris y yo... Ahora de que querías hablar conmigo- Digo siendo directo. Yo no soy de darle rodeos al asunto.

Dolorosa Atracción [Libro I: Eterna atracción] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora