Dolorosa Atracción [Libro I: Eterna atracción]

Capítulo 1: Dibujando

Harry se encontraba de nuevo en su dormitorio. En su soledad, o como él le decía, ¡mi dulce soledad! Para Harry era perfecto tener un momento para estar sólo. Sin que nadie del colegio lo estuviese golpeando e insultando.

Para Harry estar sólo significa la gloria. Porque cuando esta sólo, significa una cosa, «Pintar arte». Claro, Harry era un gran pintor. Podría demorar horas, solo para que su gran obra maestra este lista y visible para la vista de otros. O tal vez solo para la vista de él. Porque nadie se imagina a quién o qué dibuja Harry.

Harry solo ha dibujado a una persona. Un chico del cual esta enamorado. Algunos pensaran que esta loco, y que esta obsesionado con el sujeto. Harry ha dibujado de pies a cabeza, cada facción de él. Cada lunar, cada arruga de sus ojos al sonreír, sus ojos, esos grandes y brillantes ojos zafiros. Tan azules como el mar, en pleno medio día. Su gran sonrisa, una sonrisa ladiada que siempre demuestra algo más. Sus gestos que esconden algo cada vez que lo hace. Para Harry el es perfecto. La verdadera obra de arte está en él. En su Lou, como Harry le dice cada vez que no esta presente. Pero como decir que puedes perder a esa persona. Sí aún no ha sido tuyo. ¿Qué ironía, no? Tal vez, Harry se equivoque de que si le dice a Louis lo que siente, lo perderá. Pero como perder algo, que aún no tienes.
Y es ahí cuando todo el mundo de Harry se desmorona, y todo en su vida es llanto y sufrimiento.

Porque no poder ser feliz, por primera vez en su vida. Que ha hecho un chico como Harry, para merecer sufrir más, que los chicos de su edad. Harry solo necesita el amor y cariño de una persona. Pero la pregunta aquí es, ¿Louis puede ser ese chico? No podrá saberlo si no intenta acercarse. Al chico que todos los días lo golpea y lo insulta. Pero lo peor, como estar enamorado de una persona que te hace daño. Tendría que estar loco o tan solo que es tan masoquista que le encanta sufrir, y para él no hay otra cosa que no sea el dolor, tanto físico como psicológica-mente.

- Sólo faltan unos toques- Dice Harry mientras pinta la parte sombreada del rostro.

- ¡Perfecto, está listo!- Dice mirando el retrato de Louis que de alguna manera lo deja maravillado. Sus ojos esmeraldas, no dejan de brillar cada vez que lo mira, es como si necesitará mirarlo para poder sobrevivir.

- Eres hermoso Lou, sin duda alguna lo eres- Dice Harry pasando con las yemas de sus dedos. La delicada hoja donde dibujo a Louis, Harry parecía emocionado e hipnotizado a la vez.

- ¡Harry, hijo a comer!- Grita Anne la madre de Harry, desde la planta baja de la casa.

- ¡Voy Mamá!- Dice Harry guardando el cuaderno de dibujo. Donde tantas veces Harry a pintado a Louis.

Al asegurar su cuadernillo sale de la habitación con unos jeans ajustados de color negro, una camisa blanca y justo a su medida. Se puso una sudadera azul oscuro, y su gorro en la cabeza que usa tapando sus rizos. ¡Nunca falla! Del mismo color de la sudadera.

Al bajar, Anne le tenía su plato en la mesa, ya listo y servido para empezar a comer juntos. Ya que los padres de Harry se separaron cuando el tenía 9 años. Fue hijo único, así que no tiene nadie con quien pasar el rato. Bueno, tiene un solo mejor amigo. Zayn Malik amigos desde que tienen infancia. Zayn siempre fue lindo con él. Llego veces que Zayn se metía para defender a Harry, y terminaba con una nariz rota y un ojo morado. Pero a él no le importaba mientras nadie tocara a Harry.

El padre de Harry, se volvió a casar con otra mujer. Solía visitarlo cuando aún tenía 12 años, pero hubo un día que tan solo su padre lo rechazó y jamás quiso verlo. Harry nunca entendió el porque, pero eso ya es pasado. Harry tiene 18 años, vive con su madre que es linda y amorosa con él.

- ¿Y qué tal la escuela?- Dice Anne mientras come y mira a su hijo para saber como le fue. Como cualquier madre que se preocupa por su hijo.

Aunque para Harry la pregunta de todos los días lo tenía hasta el carajo. Como decirle a tu madre que en la escuela te golpean. Que escondes los moretones detrás de las camisas de manga larga que usas. Pero Harry no podía, bueno si podía, pero no debía decir nada o le iría peor.

- Bien, Mamá...- Dice Harry con una leve sonrisa.

- ¿Seguro Harry?- Dice su madre aún insistente.

- Claro Mamá, no hay nada de que preocuparse. Todo está bien.

O eso quisiera Harry. Que todo estuviera bien, pero no es así.

- De acuerdo- Dice su madre comiendo tranquila. Harry comienza a imitarla e igual empieza a comer.

Al terminar su mamá fue al fregadero para lavar los platos de la cocina que se encontraban sucios. Harry era diferente a los demás chicos. Así que le ayudaba a su mamá a secarles con un trapo y los acomodaba en donde iban. De pronto se escucha el timbre de la casa.

- Harry ve a abrir- Dice su madre mientras sigue lavando.

Harry asiente y va hacia la puerta de su casa y al abrirla se encuentra a un Zayn. Con unos jeans negros, una camisa negra, tenis negros y su chamarra de cuero. ¡Como siempre se veía tan sexy!

- ¡Zayn pasa!- Dice Harry sin esperar su llegada. Y es que siempre era así Zayn.

- No gracias Harry, solo venía a invitarte a salir-  Dice Zayn sonriente y nervioso. Como le pasa siempre cada vez que ve a Harry.

- Lo siento Zayn, pero no estoy...-
Lo interrumpe su madre al ver a Zayn en la puerta.

- Cariño, ve con Zayn diviértete. No quiero que piensen que no te dejo salir nunca- Dice con una sonrisa la cual contagió a los chicos.

- ¡Gracias Mamá!- Dice Harry dándole un beso en la mejilla y sale con Zayn a dios sabe donde.

Unas cuadras más lejos de su casa. Harry se digna a preguntar a donde irían.

- ¿Zayn a dónde iremos?- Dice Harry mientras juega con su dedos. Se puede sentir el ambiente frío. Además de que es Londres, clima frío.

Pero Zayn no contesta, y le regala una sonrisa juguetona. Y eso solo significa algo para Harry.

- No estarás pensando en ir...- Dice Harry dejando las palabras en el aire. Y Zayn sonríe cómplice, eso no se ve nada bien.

- Sí Harry, iremos a las carreras de motos- Dice Zayn sonriendo divertido.
Y ahora Harry parecía nervioso y asustado.

[...]

"Corregido y actualizado".