Todos podemos llegar a equivocarnos; por el simple hecho de ser humanos somos imperfectamente perfectos. Muchas veces actuamos en base a decisiones tomadas por emociones pasajeras, pero cuando algo nos hace dudar recurrimos a internet hasta encontra...
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-Perdón, pero yo ya no puedo mas...
Viernes 21 de octubre 2016
Me encontraba parado sobre una solitaria calle, únicamente iluminada por una luna inmensa, le miraba tan detenidamente.
Dylan. - ¿Qué fue eso? Es como si fuera una despedida...
"Hable en voz alta porque tenía un sentimiento como esas veces que despiertas repentinamente de un sueño y sientes que algo falta"
La luna está llena de vida esta noche, brilla de tal manera como si quisiera competir contra el sol, esta tan cerca al punto de sentir que la puedo tocar, 1me convierto en naufrago de su obscuridad infinita, tan llena de luz, abrazado por su sublime compañía, una irresistible adicción crecía dentro de mí, estaba completamente hipnotizado ante su belleza1, entonces justo en ese momento vino a mí.
Dylan. - ¿A quien pertenecerán esos ojos que la luna refleja? Debo estar delirando, por un momento pareciera que la luna... jajajajaja, imposible.
Una ligera conversación conmigo mismo, quizá fue el detonante que desato un incontrolable caos dentro
de mi mente; todo se volvió confuso e ilógico. Mi imaginación comenzó a divagar ferozmente, sin tregua alguna que me permitiera identificar algo de lo que veía (imaginaba), imágenes borrosas, y no era todo, comenzaron las voces con frases cliché, luego risas - la luna – paisajes – cartas – canciones – lugares – el mar – unos ojos – (ella).
Desconozco por cuánto tiempo permanecí ahí parado, inmerso en la luna, (sus ojos) y todo lo desconocido que venía a mi mente; estaba seguro de que todo esto no era común o algo que con regularidad me pasara, mejor dicho, ¡Nunca me había pasado! Sé que nada de lo que paso en mi mente fue real, mucho menos aquellos ojos 2Negros, infinitos, inocentes, tan fríos, pero con una mirada endemoniadamente cálida, hermosos ojos desconocidos2.
Para cuando recobré la noción del tiempo, me di cuenta que ya era momento de ir a descansar, de por si había sido un largo día, o por lo menos así me sentía, sin mencionar que mi mente estaba danzando una melodía de caos y duda.
Poco antes de entrar a mi casa, me detuve en seco.
