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"Así que ¿Cómo fue la cena?" Preguntó la madre de Louis mientras servía el desayuno de Louis.

"Fue precioso" Dicho eso, el menor sonrío "Harry estuvo cariñoso y caballeroso conmigo todo el tiempo"

"Que bien amor, ¿que cenaron?"

"Lasaña, fue lo mejor porque Harry me dejó poner todo el parmesano que yo quisiera"

"Louis" Dijo su madre yendo hasta su hijo "No debes comer Parmesano ¿Porqué hiciste eso?"

"¿No debo comer parmesano?" Preguntó curioso "¿Porqué no?"

"ES PELIGROSO PARA TI LOUIS" Grito Jay "NO DEBES COMERLO"

"Bueno lo siento mamá" Se defendió "Jamas me advertiste que no debía comerlo"

"¿No crees que es extraño que jamas te de Parmesano con la pizza o los spagghetis?

"Bueno si pero, no lo consideré"

"¿Te sientes mal a caso? ¿te duele el estomago? ¿la cabeza? ¿quieres vomitar o algo?" Manifestó poniendo ambas de sus manos en su cara, demostrando clara preocupación.

"Mami tranquila, me siento bien. Tal vez hoy no me hizo daño" Dijo Louis abrazando a su mamá.

"No vuelvas a comerlo ¿bien?"

"Bien, pero ¿porqué no debo comerlo?"

"¿Estás seguro de que quieres saberlo?"

"Muy seguro"

"Bien" Habló sentandose justo a lado de su hijo "Cuando tenías 4 años, un día fuimos a cenar a una pizzeria Anne, Harry, tu y yo, y mientras traían la pizza tu y Harry jugaban corriendo por todo el lugar. De pronto Anne y yo los perdimos de vista y cuando saldríamos a buscarlos escuchamos a un par de niños llorando ahogadamente y a personas intentando ayudar y gritando asustadas que necesitaban a alguien" Contó esta, mientras que Louis tenía una sonrisa en su rostro, recordaba las miles de cosas bonitas que habían sucedido entre el y su chico cuando eran pequeños. "Nos pusimos de pie mas que asustadas y corrimos hasta donde se encontraban los gritos y ahí, justo ahí se encontraban los dos pequeños niños traviesos, enterrados entre kilos y kilos de queso parmesano derramado en el suelo" Louis rió "Estabamos asustadas, porque aunque ahora sea gracioso, ese momento fue aterrador, ustedes no podían respirar y en lugar de inhalar oxígeno, inhalaban queso, y cualquier persona con cerebro sabe que no está bien inhalar nada que no sea aire puro"

"No lo creo mamá, ¿todo eso?"

"Si"

"¿Por eso no quieres que coma queso? ¿temes que valla a morir enterrado en el de nuevo?"

"No louis" clamó Jay "Ahí no terminó; tuvimos que ir al hospital y el medico nos avisó que su organismo desarrolló un tipo de alergia hacia el queso, una alergia interior quiero decir, y cada que comían queso su estomago y pulmones se inflamaban"

"¿Puedo morir?"

"¿Ves porqué no quiero que comas queso?"

"Pero sigo con vida, así que supongo que está vez fuí inmune"

"Esperemos"

"¿Harry también es alergico?"

"Harry tambien cariño"

"Oooh"

"¿Quieres desayunar?"

"¿Me darás queso?"

"Ni de loca"

"Entonces si"

Jay le sirvió el desayuno a su hijo mientras que este comía alegremente, sentía que Harry y el cada vez se acercaban mas, tenían un monton de cosas en común y no encontraba la hora en la que pudiera irse a la escuela y verlo. No le importaba morir gracias al queso, Harry tendría la misma reacción y hubiese muerto buscando la felicidad en aquella cena.

Angel. // Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora