Ya habian pasado 3 dias desde que estoy viviendo aca y lo unico que conosco es el supermercado de la esquina.
Ya habia terminado de desempacar todo, habia decorado mi cuarto a mi gustos, y por supuesto limpiamos toda la casa, menos el sotano y un cuarto que esta trancado con llave, lo que me parecia raro, la dueña nos comento que ese cuarto estaba trancado desde que habia vivido la ultima familia en esta casa, y que ella devolvio todas las llaves menos esa, que si necesitabamos habitar el dormitorio que llamaramos a un cerrajero.Papa comento que lo haria luego ya que no lo necesitabamos urgentemente, hoy iríamos a visitar a mis abuelos, es su aniversario, le llevamos un regalo y una pastel, seguro que les encanta
(Casa de los abuelos)
Al saludar a mi abuela, lo primero que digo que mi aura estaba distorsionada, quise saber a lo que se refería pero mama llego y interrumpió la charla, luego le preguntaría sobre eso.
Despues de un rato cuando todos se fueron, yo me quedé en la casa de mi abuela, a pasar algunos días... Ella era vidente, de echo siempre predecía lo que sucedería si era bueno o malo, si lloverá o habría sol.
Ella es hermosa, a pesar de los años siempre ha sido muy elegante, con sus vestidos refinados, sus peinados perfectamente echos y siempre va maquillada, tiene ese fragancia a rosas que usa diariamente, y se puede distinguir desde lejos...
-Hola mi ñietita favorita- me dice mientras me saca de mis pensamientos para darme un abrazo cálido y con cariño.
-Hola Abuela- le contestó ofreciéndole una gran sonrisa.-¿En que pensabas? Estabas en las nubes cariño- Su pregunta la podría ultilizar para volver a revivir el tema de hoy.
-En lo que dijistes hoy Abu- la miro esperando una respuesta
-¿Que de todo lo que lo que dije?- se le escapa un pequeña risita mientras yo sigo seria.
ESTÁS LEYENDO
¿¡¡Quieres jugar conmigo!!?
Mystery / ThrillerAmelia, una adolescente como todos, con una vida para nada emocionante, de su casa al liceo, del liceo a su casa, a veces sale con sus amigos, una vida sin nada de echos importantes, ni anecdotas que contar. De un dia para otro sus padres deciden mu...