Empezar de cero (Kagami)

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Cuando pasaron los días en los que me quede en casa de Midorima, reflexione todos los días sobre lo sucedido con Takao y Kuroko.

Mi corazón estaba totalmente destrozado, por lo que falte dos días a clase.

La entrenadora y los demás me llamaron, pero yo simplemente ignore sus llamadas.

Kuroko vino a mi departamento, pero fingí que no estaba en casa.

Lo único que aliviaba mi dolor era el rato en que hablaba o me quedaba con Midorima en su casa o en la mía.

¿Que ironía verdad? Quien iba a pensar que algún día necesitaría de su ayuda para poder seguir adelante, o que nos llegaríamos a entender... Que cruel y gracioso es el destino

El estaba igual de destrozado que yo, pero me animo a que no callera en esa oscuridad y siguiera adelante, como el mismo lo estaba intentando, por lo que gracias a sus palabras, decidí hacerle caso.

Al día siguiente fui a la preparatoria, y como esperaba todos me acribillaron de preguntas del porque había faltado a clase y no cogía las llamadas.

"Estaba enfermo" Me excuse, aun si vi la mirada de Kuroko, el cual me dejaba ver que no se lo había creído.

Pero me daba igual lo que pensara. Ya no era de mi importancia.

Ignore a Kuroko toda la semana, excepto en los entrenamientos ya que no me quedaba de otra.

Pero a pesar de todo ello no conseguía odiarlo. A pesar de lo que me hizo, lo que nos hizo, no podía odiarlo.

Pero necesitaba respuestas.

¿Acaso hice algo mal? ¿Ya no me amaba? ¿Entonces por que no me lo dijo?

Fue cuando salí el viernes de los entrenamientos que Kuroko me detuvo, en el exterior del gimnasio.

-Kagami-kun tengo que hablar contigo- Me dijo con su típica expresión de póker.

-Lo siento Kuroko pero tengo prisa, hablaremos otro día- Le dije con voz neutral, mientras empezaba a caminar para irme a mi casa, no quería hablar con el, pero el me detuvo nuevamente colocándose delante de mi, mientras me miraba a los ojos con el ceño fruncido.

-¿Por que me evitas Kagami-kun?- Pregunto Kuroko molesto, a lo que yo al ver su molestia me enfade aun mas, ya que era muy hipócrita de su parte enfadarse conmigo.

Por lo que no pude aguantar de decirle todas esas cosas que quise decirle una semana antes;

-¿Que por que te evito? Tiene gracia que estés enfadado conmigo cuando yo si tengo verdaderos motivos para estar enfadado contigo- Empecé a contestarle con la voz llena de reproche.

-¿De que estas hablando Kagami-kun?- Me pregunto con voz confundida, lo que aumento mi cabreo.

-¿De que estoy hablando? ¿Por que no se lo preguntas a Takao? Seguro te lo recuerda perfectamente mientras os devoráis la boca el uno al otro- Le conteste con voz fría, a lo que el se puso mas pálido de lo que ya estaba.

-...- El agacho la cabeza y no dijo nada, ahh al menos tenia la decencia de no contarme una mentira- ¿Por qué Kuroko? Yo te amaba, te entregue mi corazón y lo aplastaste en mil pedazos, al igual que destrozasteis el de Midorima ¿Acaso no sentís remordimientos? No lo entiendo Kuroko ¿Acaso fue mi culpa? ¿Por qué? ¿Por qué nos hicisteis esto? Sabes que no me respondas...- Ya que al parecer no iba a hablar nada. -Solo hazme un favor y no nos habléis en un largo tiempo, puede que te perdone en un tiempo, pero ahora es imposible para mi, nos vemos- Me despedí, mientras me alejaba a mi casa, con las lagrimas cayendo por mi cara.

Llame a Midorima y le conté lo sucedido, el me animo en cada una de sus palabras, gracias a el, mi dolor se desvaneció un poco más.

Al cabo de otra y larga semana, note que algo había cambiado en mis sentimientos, a pesar de que aun no perdonaba a Kuroko, mis sentimientos por el fueron menguando hasta extinguirse.

Gracias a los protectores brazos, palabras amables y caricias de Midorima, mi corazón empezó a volver a latir con fuerza por fuerza.

No podía creerlo, pero entre el dolor que ambos compartíamos, nació mi amor hacia el.

Estaba en mi departamento cuando me percate de mis nuevos sentimientos. Decidí llamarlo para confirmar mis nuevos sentimientos, y cuando escuche su voz grave y fina, no pude evitar que una sonrisa invadiera mi rostro.

Estaba seguro al 100% de que estaba enamorado de aquel loco obsesionado por los horóscopos.

Yo no creía en el destino, pero algo dentro de mi me dijo que diera una nueva oportunidad al amor, y yo a mi instinto siempre le hacia caso.

Empezaríade cero con ese nuevo amor...    

Aqui otro capitulin de esta pequeña historia, espero que os guste, y mañana prometo en serio que tendreis el próximo capitulo. Un beso fuerte os amo :D

Amor De Pedazos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora