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Veo un punto en el piso que llama mi atención, empieza a moverse en círculos.

-Te voy a atrapar. Ajá... Mmm... No te vas a escapar esta vez. Hey desaparecio!!
Ahora está en la pared. ¿¡Qué clase de brujería es esta!?
Volvió a aparecer. Ahora está en el suelo. No voy a caer esta vez... Ajá porfín eres mío, punto rojo. Mmm?

Me doy cuenta de que mi humano esta riendose como una foca en el sillón, no entiendo de que se ríe. Seguro está riendose de mí.

-¡No te rías de mí! (Miau!)-le grito.

-Jajaja mira, mira vez ahí-señala con su dedo.

-¿Qué? Volvió a aparecer.

Corro por toda la sala tratando de alcanzar el misterioso punto. Es muy escurridizo.

Voy debajo de la mesa y desaparece. Vuelve a aparecer en la pata de la silla.

Corro tratando de alcanzarlo y me choco contra la pared.

-Argh estúpido humano!!. Ya no quiero jugar.

Voy hacia el sillón y empiezo a arañarlo...

-Aaa... Se siente tan bien.

-Oye tú, miníno deja de hacer eso. ¡Ya fuchi!.

-¿Me estas retando?- lo miro tratando de levantar una ceja, luego me doy cuenta de que no tengo cejas.

Empiezo a arañar con más fuerza el sillón.

El humano sale de la sala y escucho una bolsa sonar.

-Comidaa~

-Mira que tengo aquí, ¿quieres?

-sii (Miau,Miu,miau,miauu)

-Aaa ya dejaste de arañar.

Se fue y no me dio nada.
Odio como juega con mis emociones...

Un día de estos descubriré donde oculta la comida...











Mi vida como un gato "Gatoaventuras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora