Un flashback bastante especial.

8 0 0
                                    

Hoy era Domingo. Uno de los peores días de la semana. ¿Que por qué? Pues...os lo contaré

FLASHBACK

-Luis, no creo que sea buena idea venir por esta calle. Ya sabes lo que le pasó a Mark, ¡le atracaron!- Me avisó Marquitos, el niño al que pagué para que me llevara la mochila.
Estaba harto de cargarla yo, llevaba demasiados libros.

-¿Qué hacéis por aquí chicos? ¿Os habéis perdido? No es un buen lugar para "niños" como vosotros.- Habló un chico que tendría veinte y pocos años.
Llevaba una chaqueta verde gastada y rota por el bajo. Estaba fumando. Detrás de él aparecieron dos hombres más altos y que parecían más fuertes.

-Sólo estábamos pasando por aquí...-Dijo Marquitos con la voz temblorosa.

-Él sólo me acompañaba, ya te puedes ir niño que no conozco- Menos mal que Marquitos es un chico listo, aunque solamente tenga 7 años. Entendió mi indirecta para que se fuera de ese lugar de mala muerte.

Me dió mi mochila y se fue corriendo.

-¿Tú no nos tienes miedo?- Dijo el "chaqueta verde". Se acercó a mi demasiado, podía oler su ropa.(detergente mimosín)(okno)- Creo...que tú tampoco deberías estar aquí. Pero si te quieres quedar, eres bienvenido.

Los hombres que le acompañaban me cogieron de los brazos.

-Aquel es Ezequiel- Señaló el que estaba a mi derecha.- Y ese, es Nathan- el de mi izquierda.- Como ves, son fuertes, más altos que tú, y te superan en número. Si te resistes a venir con nosotros, sufrirás.- Me advirtió.

Me pusieron una bolsa negra en la cabeza. Calculé que llevábamos caminando 15 minutos cuando pregunté:

-¿Me vais a violar?- Algunos pensarán "¿este chico es un graciosillo o qué le pasa?". Pero la verdad, es que cuando tienes 14 años y te ponen un saco negro en la cabeza, y te encuentras a unas personas fumando y con mala cara, lo que se te pasa por la cabeza, es que te van a violar...bueno...es lo que pensé yo.

-¡¡Pues claro que no estúpido!! No somos maricones...

-Vale, vale, sólo preguntaba...

Me quitaron el saco de la cabeza y me di cuenta de que me habían sentado y atado a una silla, que parecía que en pocos segundos se rompería.

-Mira chico, no queremos hacerte daño...todavía.- Un escalofrío recorrió mi espalda. - Solamente, tendrás que hacer lo que te digamos. Como habrás visto, somos hombres elegantes, pero como cualquier adulto, necesitamos tener algo...para..."relajarnos" por así decirlo.

-Así que queréis tomaros unas vacaciones. Pues...si es eso.. hablar con vuestro jefe, no conmigo.- Al ver su cara, me di cuenta de que me había pasado de la raya.

-¡No te hagas el gracioso con nosotros!- Me dió un manotazo.- ¡Queremos que nos traigas drogas!- Me quedé helado.- Y como no lo hagas, tu familia sufrirá las consecuencias. El segundo domingo de cada mes, vendrás aquí y nos traerás lo que has conseguido.

No os puedo contar lo que pasó después, ya que no me acuerdo. Después de eso, solamente recuerdo que me dieron algo de beber y me desperté en el comienzo del callejón.

El Gran Relato De Los Errores De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora