Capítulo 4

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–Hay Dios mío, ¿me dejarán? –digo sorprendida.

–Hija no lo tomes así –me mira triste.

– ¿Cómo quieren que lo tome entonces? Si me dejarán sola en algún lugar que aún no conozco y en un entrenamiento –digo enojada.

– ¡Es por tu bien! –dice irritado mi padre.

–Tu padre tiene razón, cuando estés lista nosotros volveremos, pero no creemos que sea pronto hija, pues nosotros no somos simples integrantes de la resistencia, nosotros somos unos de los lideres, entonces tenemos que estar en el frente.

–Claro madre, entiendo –digo rodando los ojos.

Después de eso no hablamos más, preferí seguir durmiendo...


* Sueño *


Estaba sentada en una roca a la orilla de un lago, mirando como atardecía, estaba muy relajada y en este momento pensé en el chico que ha aparecido en mis sueños, si sería real. El silencio es interrumpido por el crujir de unas ramas, no volteo para ver que fue, sigo mirando el lago, me sobresalto cuando siento unos brazos alrededor de mi cintura.

–Hola Katy –susurra en mi oído y yo me estremezco.

–Hola chico que no me quiere decir su nombre –digo sonriendo de lado.

–Muy pronto no será necesario.

– ¿Qué quieres decir? –digo confundida.

–Tienes que esperar para entenderme.

–Emmm... ¿Puedes dejar de abrazarme por la cintura?

–No –dice divertido.

Me giro para decirle unas cuantas cosas, pero se me olvida cuando me besa, detesto que un beso de él logre este efecto en mí, me separo bruscamente de él.

–No hagas eso por favor.

– ¿Pero por qué?

–Porque eres un sueño, algo que no existe y si quiero arriesgarme a ser definitivamente una positiva, que al menos sea alguien real y no algo que está en mi cabeza –digo triste.

–Lo entiendo –dice triste y agacha la cabeza.

Me abraza y yo le correspondo el abrazo, él me hace olvidar ese mundo en el cual debo vivir, odio que no sea real.


* Fin del Sueño *


–Katy, llegamos –dice mi padre despertándome.

–Baja todas tus cosas –me dice mi madre.

–Claro.

Ni que hubiera traído demasiadas cosas, pero preferí no molestarlos más. Salimos del auto, estaba muy oscuro y el suelo era un poco irregular.

–Hija toma la mano de tu madre –me ordena mi padre.

Me acerque como pude a mi mamá, le tome la mano y ella empezó a caminar, yo solo la seguía, cuando me acostumbre a la oscuridad note que era un túnel de tierra, era como una cueva.

–Papá estamos... –me interrumpe.

–Ésta es una de las entradas a la base de la resistencia, aquí estarás hasta que estés lista para acompañarnos a tu madre y a mí.

–Algunos sectores de la base están bajo tierra y otros en el exterior, tú hija entrenaras la mayor parte del tiempo bajo tierra, pero también saldrás –me dice mi madre.

–Claro, ¿cuánto tiempo estaré aquí?

–Hija este lugar es nuestra nueva casa –me responde mi padre.

– ¡¿Qué?! –digo sorprendida.

–Hija, no podemos volver a la casa, nos encontrarían y luego... –se queda callada.

– ¿Luego qué? –pregunto.

–Hija no es necesario que sepas lo que pasa –me dice mi padre.

–Pero –me interrumpe.

–Termino esta conversación –dice serio.

–Está bien.

–Llegamos –anuncia mi madre.

Observo cada detalle, es un lugar extenso para estar bajo tierra, la iluminación es como la que leí en uno de los libros que estaban en mi casa, me corrijo, mi antigua casa, extrañaré ese lugar, todavía me faltaban libros por leer, música por escuchar, películas por ver, pero ya que, esta es mi nueva casa.

Sigo de cerca a mis padres, bajamos unas escaleras, luego entramos a otro túnel, subimos una escalera, salimos al exterior donde se ve una casa muy grande al fondo.

–Mira hija, ahí es donde viviremos –dice mi padre, mientras la apunta.

–Es inmensa –digo bastante sorprendida.

–Sí, al ser nosotros, tenemos algunos beneficios –dice mi madre sonriendo

– ¿No creen que tal vez...? Mm... ¿sea muy grande y muy fácil de encontrar? Solo digo.

–Este sector ya fue registrado y además tenemos vigilado todo el perímetro –me informa mi padre.

–Como te contamos antes, la base de la resistencia esta dividida en sectores subterráneos y exteriores, todos ellos vigilados –sigue mi madre.

–Okay, creo que me tendrán que dar un mapa del lugar, porque estoy segura de que me perderé.

–Katy, hija, te vas a acostumbrar, créeme –dice mi padre riendo.

–Pero por ahora... Creo que lo necesitaré.

–Después hablamos de eso, te tendrás que instalar en la nueva casa –me dice mamá.

–Ni que lleve tantas cosas –digo levantando los hombros, restándole importancia.

–Hija, ¿nunca te diste cuenta de que varias cosas tuyas desaparecieron? –me pregunta mi padre.

–Sí, pero nunca tome en cuenta eso.

–Esas cosas están aquí, sabíamos que algún día te tendríamos que traer con nosotros –me dice sonriendo mamá.

–No sé por que, pero me lo imagine –digo suspirando.

Prohibido Enamorarse [Prohibido#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora