Tres

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El día llego, todo en la casa era caos, yo decidí arreglar mi cabello y maquillaje. Estaba vestida casual por si llego a ensuciar.

Tocaron a mi puerta con dos golpes leves y rápidos, al indicar que podían pasar, la puerta se abrió un poco.

Era Ramón uno de los gemelos, ambos los conocí ayer, entre ellos me era muy sencillo diferenciarlos, pues Ramón tenia su cabello castaño oscuro en un tono natural y Roman lo tenia Palatinado por completo.

- Mamá te necesita en su habitación y tu papa quiere arreglarse aquí, porque no se pueden ver antes de la boda, ya sabes la tradición -
- si, ya voy, le puedes decir a mi papa que entre
- si, es la ultima habitación del lado izquierdo. - me indico cual cuarto era y camine al lugar.
- gracias- dije y fui con Diana

Yo toque a la puerta y esta se abrió, Diana estaba evidentemente frustrada y sudando ya, su cabello estaba esponjado y despeinado, se notaba que había tratado de peinarse pero sin lograr nada.

-en que te puedo ayudar?- dije
-sabes peinar? Dime qué si - me habla en Español
-creí que tendrías estilista - mire la hora en mi celular y ya era algo tarde
-esta atorado en el trafico y no podrá llegar a tiempo, estoy desesperada
-tranquila, yo puedo ayudarte - me aproxime a su lado y pase mis dedos entre su cabello
-me alegra tanto de que por fin haya una mujer, aparte de mi en casa

Sonreí y cepillé su dorado cabello, comencé a peinarlo en un elegante recogido y con ayuda de una tenaza horquillas para el pelo logré un peinado muy bonito con ayuda de internet.

-puedo hacer una pregunta?
-si- dijo ella
-porque diez hombres? - tenia la duda desde que papá me había comentado la cantidad tan rara de hijos en tiempos actuales
-bueno al principio yo no podía tener hijos así que adoptamos a Adrian, Mike y Brandon, fuimos solo una familia temporal para ellos, pero nos enamoramos de ellos y los adoptamos definitivamente, después me sometí a un tratamiento para poder quedar embarazada el resultado fue trillizos, luego sin pensarlo al año siguiente gemelos, después descansamos y luego de los años quisimos una niña intentamos de nuevo el resultado fue Sebastián y al año Marco, no estaba destinada para tener una hija. 

-dios mío que valor - ella se ríe y la ayudo a maquillar sus ojos verdes como los de los chicos
-si, lo se, luego mi esposo murió en un accidente y ya no tuve más hijos
-lamento su perdida, como pudo usted sola con 10 bocas a las cuales alimentar? 
-créeme no fue sencillo, por suerte tengo un buen empleo y los mayores me ayudan pagando se ellos mismos sus cosas, tu padre me contó tu historia, lamento mucho tu perdida, tu madre...
-descuida - la interrumpí, no me gusta hablar de mi mamá, si pienso en ella, voy a llorar
-se que es difícil para ti esta situación, pero quiero que sepas que amo a tu padre y que tu puedes contar conmigo para lo que sea

Ella se giro y me miro de frente y me acaricio mi rostro.

-eres como la hija que siempre quise Mónica
-gracias Diana, significa mucho para mi - se ve que es buena persona y de alguna forma me siento cómoda con ella. El hecho que me hable en español dice mucho de ella. 

Ella se puso de pie y me abrazo, la mire con su vestido blanco

-te ves bellísima
-muchas gracias, creo que deberías ir con tu padre

Yo salí y fui a mi habitación y vi a mi papa ya listo con su traje y sus habituales lentes oscuros.

-que guapo
-verdad que si

Una lagrima corrió por mi mejilla sin que la pudiera detener, mi padre de inmediato la notó y me acarició el rostro.

-no llores
-lo siento, es que no puedo evitarlo
-te pareces tanto a tu mamá- dijo y me seco la mejilla -los mismos ojos y cuando lloran a ambas se les pone roja el entrecejo
-la extraño tanto - falló en detener las lágrimas
-yo también, recuerdo su dulce perfume y la forma en la que ella peinaba el cabello con los dedos
-papá, estas seguro de esto? No lo digo por Diana, es que todo es muy apresurado
-un viejo como yo ya no está para esperar, amor, ella y yo nos conocemos desde hace años, antes de tu madre, estoy seguro de esto
-bueno, si te hace feliz, yo soy feliz

Mi papá me dejo sola y pude terminar de arreglarme, con forme más pasaba el tiempo, los nervios de todos aumentaban, yo no salía de mi habitación, porque me negaba a ensuciar mi vestido. Todos están vueltos locos.

Escuchaba los constantes pasos apresurados por todos lados por el pasillo y las escaleras, me aturdía escuchar gritos en italiano sin cesar.

Tocaron a mi puerta y era la organizadora.

- Ya es tiempo de ir a tu posición, por cierto sabes hacer la corbata?
-si
-bueno, ayuda a los chicos, están en la sala - me dice y se va corriendo a otro lado mientras dice algo intendible al audífono que tiene en un solo oído.

Baje con cuidado a la sala y todos me miraron, me sentí incomoda, diez pares de ojos me miran a la vez.

-te vez muy guapa Monica- dijo Dario con una sonrisa en su rostro y me toma de la mano y me gira
-gracias, te ayudo con la corbata? - le digo y todos me vuelven a mirar
-si eres tan amable - estiro su brazo con la corbata en mano 
-no, que me ayude a mi primero- dijo Marco colocando se al frente empujando a su hermano
-no, a mi- dijo Sebastián
-me dijo a mi primero enanos- dijo Dario mientras los empujaba para hacerlos a un lado 
-me puedes ayudar?- dijo Roman desde atrás de toda la multitud
-forma te niño de los 40s - dijo Dario
-porque 40s?- pregunte
-porque parece sacado de una película de blanco y negro, y como su cabello es gris- dijo Adrian quien me pasaba su corbata 
-a este paso se nos hará tarde a todos- se quejo Giorgio mientras hacia los ojos en blanco y su cara de fastidio
-bueno entonces tu ya estarás listo no?- dije y el me miro con cara de pocos amigos, su corbata aún no estaba lista
-mejor vamos a apurarnos- dijo Mike de nuevo -y si hacemos fila del mayor al menor?- dijo el
-tu que, si tu sabes hacer la corbata, hace rato la tenias puesta bien- dijo Román
-no es cierto - le dio un golpe en la nuca a Román
-claro que si- dijeron varios luego empezaron a gritarse entre ellos cosas que yo no entendí pues hablaban muy rápido y me rendí en tratar de traducirlo en mi mente
-me puedes ayudar?- dijo Marco aprovechando la disputa
-claro que si
El se subió a la mesa de centro y comencé a hacer la corbata
-gracias- dijo y de un salto bajo, luego se fue para las escaleras
Todos se callaron y me miraron todos
-el más peque nos gano- dijo Elías
-sigo yo- dijo Sebastián apresurado subiendo la mesa de centro apenas iban a protestar cuando hice una señal de que se callaran
-te vez muy bonita Moni
- muchas gracias, tu te vez como todo un galán de novela
El se rió y le di un beso en la frente cuando acabe
Roman se apresuró y se coloco frente a mi.

Su corbata era distinta a las otras todos eran color lila muy claro y sólidas, pero el tenia líneas mas opacas que otras.

Cuando termine el me dio el beso en la mejilla. Yo solo me reí y así fue con la mayoría, todos al terminar me daban un beso en la mejilla, pero Giorgio se esforzaba en hacer la corbata el solo, pero se rindió.
-puedes?- dijo esforzándose y con cara de que le molesta el tan solo mirarme
-no
-que? - dijo extrañado y con un tono alto en su voz de por si ya molesta y abriendo los ojos.
-no
-crees que te voy a andar rogando?-
-crees que te voy a ayudar después de que lo pides de mala gana?

-Uuuuuuuuuuuuuuuuuu - dijeron todos
-esta bien, puede ayudarme la princesita a hacerme la corbata?
-si- dije burlona y con la barbilla en alto 

Yo y mis diez hermanos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora