Bueno, todos nos sentimos solos en algún momento; vacíos, incompletos, pero siempre la pregunta es la misma "¿Por qué?" nuestro cerebro se limita a pensar quién nos falta o qué nos falta; cuando a veces nos faltamos a nosotros mismos.
Esto es algo más motivador de lo que yo suelo escribir pero a veces sólo nos necesitamos a nosotros mismos; a nuestra alma, a nuestra mente y a nuestro cariño propio.
El problema surge cuando este cariño es inexistente, cuando necesitamos a alguien que nos sostenga y lo confundimos con amor; estaremos listos para amar cuando nos amemos de igual manera que a alguien. Estoy harta de dar todo por todos. De brindar ciegamente hasta no tener recursos para seguir adelante, porque nadie jamás, jamás de los jamases; se detuvo porque yo no podía seguir.
Los ojos nos confunden, las bocas dicen palabras de más y las mentes vuelan aún más rápido que el corazón.
Las mentes nos limitan, los rigen y nos obligan a saber tomar las decisiones; ¿Y si quizás esas no son las decisiones correctas? ¿Y cómo sé yo que pensándolo 2 veces más estaré más segura de mí misma?
Como dije, jamás sentí amor, pero sí cariño y muy fuerte. Jamás confundí amor con obsesión; porque siempre tuve lo segundo. Jamás logré amarme a mí misma; así que creo que jamás amaré.
A veces la vida es cuestión de arriesgarse; de hacer ese famoso llamado que tanto nos cuesta el orgullo y dejar salir las lágrimas ni bien escuchemos su voz. De abrazar tan fuerte y susurrar sin miedo lo mucho que lo o la necesitas; si tenemos miedo a amar ¿Cómo sabremos que estamos amando?
El miedo, el pero, el porque no son las palabras más putas que conozco; palabras que nos delimitan con algo que pudo haber sido pero no fué. Con algo que pudo haber triunfado pero se estancó, pero lo más triste de todo esto es cuando esa persona habla con anhelo de ese recuerdo; porque su inconsciente, su corazón sigue buscándolo y es aquí dónde separo la razón del corazón hablando de ellas como mayores enemigas.
El amor es algo puro, es algo que no se piensa porque no está hecho para mal. El amor es aquello que nos envuelve en su magia haciéndonos creer que hasta lo más imposible puede llegar, en el menor de los casos, a ser posible. Real. Verdadero. Nuestro. Cumplido.
Siempre soñé con poder contar un cuento a miles de personas, una historia de vida en donde explicaba el por qué me sentía como me sentía y cómo era mi reacción ante la vida que estaba sobre-llevando, porque creo que no hay nada más mágico que escuchar a una persona relatar algo que ama o algo que odia; porque ambos sentimientos son muy fuertes. Ambos sentimientos tienen energía; opuestas pero energía en fin. Energía que se transmite. Energía que se mueve en el aire.
Un grito, un beso, un golpe, un abrazo, un NO, un SÍ son palabras fijas, increíbles; sin dudas, sin vaivenes...contrarias a mí.
Y es así, como en definitiva, al final de este texto termino odiándome a mí; porque no soy algo definitivo soy algo indefinido. Porque tengo principio pero no fin. Porque no tengo desenlace pero sí nudo.
Soy el capricho de un sueño que jamás tuve y una conformista en el cuerpo de una luchadora.
Contrapuestos pero unidos.
Dudo llegar algún día a cumplir una meta sin tropezar antes 5 veces. Odio el número 5 y hasta a veces confío en migo misma. Adoro lo que odio para no odiar lo adorado y amo lo que no existe porque jamás he amado.
El dejar ir es una de las mejores formas de soltar algo que nos hacía mal; pero a veces, tan sólo a veces ese mal era necesario para mantenernos estables.
17/11/2016 y sigo esperando el día en el que, por alguna razón, encuentre el amor. Encuentre aquella persona que me haga sentir conforme con este desastre que construí en estos 17 años.
