Jodiendo Fantasmas

13 0 0
                                    


Seis de la mañana y yo sigo sin poder pegar los ojos.

La jodido jodiendo del asunto será cuando tenga que ir a trabajar en 5 horas, subirme a un luto vehículo diseñado para matar al piloto en caso de colisión y está moquera horrible que no termina.

Mi nombre es Rock y tengo gripa.

No siento siquiera rastro de sueño. Se lo achaco todo a mis medicinas que dicen en la caja que son cafeína, paracetamol y pseudoefedrina. Le atribullo mi pobre mejoría al todopoderoso paracetamol y mi insomnio a la cafeína y a esa última droga componente de mis medicinas, asquerosa pariente de la methanfetamina: la pseudoefedrina.

Joder, puedo decir y recordar miles de drogas con sus efectos y nombres comerciales. Y pensar que no me dieron el trabajo de farmacéutico en la tienda del centro. Quizá allá sido por que tenía el cabello verde y pinta de drogadicto.

No soy un extraño al insomnio, pero generalmente siento sueño después de mi décima cerveza. Ahora no siento nada de eso y todo me parece asquerosamente aburrido. 

La oscuridad inunda la habitacion y veo con la miserable luz de mi celular, que no es mio, las esquinas oscuras del cuarto. Por un momento me parece ver a una de esas apariciones horribles con tentáculos y cuencas blancas en lugar de ojos, todo en un simpático cuerpo de una mujer muerta y pálida obsevandome con aquellos faros que lleva en la cara, ansiosa por hacerme algo horrible.

Dos pensamientos cruzan mi mente.

En el primero me asesina. No puedo evitar sentir un frío en mi cuerpo desnudo acostado en la cama.

El segundo es el que empieza a tomar fuerza, siendo donde yo mismo le practicó el kamasutra a la jodida cosa. Divertidas imágenes de mi montando a un espanto aparecen en mi mente haciendome reír en mi habitación. A mi novia, que duerme a mi lado, no le parece reconfortante mi sana risa, pero esta dormida, así que sólo bajo mi voz para no despertarla.

Imagino un poco más y veo a esa cosa tomando una forma que ya no parece muy humana que digamos. Aún así me exita un poco. 

Como sea, deja la fantasía insana volar lejos de mi, haci como lo hace la fantasma al percibir mis jodedoras intenciones, y procedo a escupir mis pulmones en una tos horrible que casi me deja muerto.

Me preguntó si son los puros que he fumado pero rápidamente me doy cuenta que no por el hecho de que si fueran los puros, lo que tengo no me haría sentir afiebrado. Pero no estamos viendo el lado positivo de todo esto; por lo menos no estoy escupiendo sangre o tratando de explicar misteriosas laceraciones en mi espalda que parecen estar hechas con un cuchillo para pan. 

No. Las heridas de una vida de excesos o de una noche loca de pasión con un espectro tendrán que esperar. 

Y eso es lo que mas me jode.

Tan Absurdo Como La Vida MismaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora