Michael y Calum eran probablemente los chicos más problemáticos de la escuela, ya que ambos obtenían por lo menos tres castigos diferentes a la semana. Estaban acostumbrados a aquello, hasta llegaron al punto de divertirse cumpliendo los castigos juntos.
Esa semana les habían puesto a limpiar el aula al final del día, Michael se encontraba limpiando las ventanas y Calum se encargaba del piso. En ese momento, el moreno había dejado a Michael solo en el aula puesto que tenía que ir por una cubeta con agua que habían olvidado en el cuarto del conserje. Todo iba bien para Michael, al menos hasta ese momento, que cruzó miradas con Luke.
Qué mierda hace él aquí.
Pensó. Jadeó, negando e intentó ignorarlo, siguiendo con su trabajo, pero simplemente no podía. El rubio se acercó y finalmente entró al aula, Michael comenzaba a temblar y sentía cómo su estómago daba un vuelco.
—Lo siento, olvidé mi chaqueta—. Fue lo único que dijo el rubio, intentando no mirar al contrario a los ojos. Fue directamente hacia donde él solía sentarse, encontrándose con su chaqueta de cuero, su favorita.
Michael sintió sus piernas fallar, tenía la respiración entrecortada, quería llorar y vomitar al recordar nuevamente aquel suceso, que llevaba atormentándolo por años. Sintió cómo sus piernas simplemente no respondían y caía, Luke, como acto de reflejo corrió hasta él y lo sostuvo en sus brazos, no dejándolo caer. Michael se tensó, cada vez tenía más ganas de terminar con su vida.— No me toques —Alzó su voz, alarmándose al sentir el tacto del rubio contra su cuerpo, quería correr y alejarse del más grande lo mayor posible, pero sus piernas seguían sin responder. Intentó levantanrse y con trabajo lo logró, apoyándose sobre la pared.
Luke simplemente frunció el ceño y bufó, retrocediendo un par de pasos para alejarse del contrario. Estaba harto de que Michael lo mirara con repulsión y desprecio desde hace más de dos años. No lo soportaba, y de alguna forma le dolía.
— Vamos, Mike. Eso fue hace más de dos años. Y estaba ebrio, ni siquiera estaba en mis cinco sentidos. Supéralo. — Soltó Hemmings de una vez por todas. El ojiverde ablandó su expresión al escucharlo y simplemente suspiró. Sus ojos se habían llenado de lágrimas y sentía en su garganta aquel jodido e incómodo nudo. Luke lo notó y sin decir más, se marchó de allí, manteniendo su mirada gacha. Calum, por su parte, lo había escuchado todo, pero hizo como si no. Segundos después, entró al salón con la cubeta de agua en manos, mirando lo dolido que estaba Michael, más no hizo nada. Ambos simplemente continuaron con su castigo.
• • •
Eran más de las doce de la noche y Michael se encontraba despierto, como siempre. Estaba sentado en su escritorio, tenía un bolígrafo en mano y un par de hojas en blanco sobre la mesa. Entonces comenzó a escribir.
"–Apuñalar.
–Torturar, cortar extremidades.
–Quemar casa.
–Ahogar."
Ni siquiera sabía con certeza lo que hacía. Al terminar con aquello, simplemente bufó y tiró aquella hoja, la cual había caído dentro de su mochila, lo cual realmente no le importó, tal vez ni siquiera se percató de ello. Simplemente se tiró sobre su cama y se quejó, pasándose así prácticamente toda la noche.-
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Dead to me; muke af
FanfictionDonde Michael tiene una gran obsesión por su ex; Luke, y piensa que la única forma de sacarlo de su mente es matándolo.