20. Siempre Juntos (Lumon)

2.6K 128 34
                                    

SIMÓN POV

Es ahí cuando todo tu mundo se paraliza, cuando no importa ni el tiempo ni el lugar, solo estas tú, nadie más, la gente a tu alrededor simplemente se desvanece, tus propios pensamientos se esfuman y quedas en el más profundo vacío emocional, en shock, casi sin poder respirar.

Simón: ¿C-cómo? -las palabras no salían de mi boca, balbuceaba sin control alguno- No, no puede ser. ¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde mierda esta, maldita sea?! Voy para allá. ¡Dije que voy para allá! -colgué con tanta rabia acumulada que casi rompo el celular.-

Ámbar: ¿Qué paso? Simón estas pálido, respira. Dime, ¿Le paso algo a Matteo? -pregunto con hilo de voz.-

Simón: ¡No lo menciones! -grite exaltado- No vuelvas a pronunciar ese nombre en mi presencia. Adiós, Ámbar.

Trate de buscar algún taxi para ir lo más rápido posible, pero pareciera que el destino confabulara en mi contra. ¡Ningún maldito auto paraba! Esto tenía que ser broma, justo ahora que los necesitaba. No tenía tiempo para perder, así que decidí correr, correr con todas mis fuerzas, como si me vida dependiera de ello, aunque literalmente, mi vida dependía de "ella". Escuche algunos gritos provenientes de atrás, seguramente era Ámbar tratando de alcanzarme, pero no le di importancia. Además corría tan rápido que era imposible alcanzarme.

"No te fallaré Luna, prometo que no te fallaré".

Fue inevitable no recordar ese momento tan doloroso, cuando la culpa de arruinar su sueño me carcomía. Yo juraba que llegaría, que ella estaría esperándome y correría a mis brazos al verme entrar por la puerta, que juntos cumpliríamos su sueño, como tanto imaginábamos cuando éramos unos niños que patinaban en Cancún.

"No te dejaré Luna, prometo que no te dejare ir".

Porque sin ella mi vida no tiene sentido, sin su luz yo me extingo, sin su sonrisa deliro y sin su belleza me suicido. ¿Podría alguien imaginarse un mundo sin Luna Valente? Yo no, sería tan aburrido.

Cuando al fin llegue entre desesperado al hospital chocando una que otra vez con algunas personas que transitaban por ahí. Luego los vi, llorando, abrazados contra la puerta.

Simón: Vine lo más rápido que pude. -dije recuperando el aliento- ¿Cómo está? Por favor díganme que está bien. Miguel, Mónica, díganme que ella está fuera de peligro, por favor. ¿Por qué no lo dicen? -desvíe mi mirada a él, a la persona culpable de todo esto- ¡Tú! Tú tienes la culpa de todo esto, por tu culpa ella está así. ¡Eres un idiota! -lo acorrale contra la pared sujetándolo del cuello- Te juro que si le pasa algo, yo mismo me encargare de partirte la mandíbula y arrancarte diente por diente. ¡Te juro que lo haré, malnacido!

Miguel: Tranquilo, Simón. -me separo tirándome al piso. Era la única manera de retenerme.- De nada nos sirve desesperarnos ahora, hay que mantener la calma.

Matteo: Yo intenté salvarla, le grite que se corriera, inclusive intente echarla a un lado, pero no sirvió de nada. -unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos- Yo no quise esto. ¡Yo no tengo la culpa!

Mónica: Acá nadie tiene la culpa. Fue solo un accidente. -trato de incorporarse- Miguel, acompáñame al consultorio, necesito que alguien me diga cómo se encuentra mi hija. -él la sujeto del brazo y la acompaño.-

Matteo: En serio que no quise que esto pasará, yo sólo quería hablar con ella para arreglar las cosas. Entonces la seguí, hasta que el auto...

Simón: ¿Aún no lo entiendes no, Matteo? Si ella se muere, yo me muero. -me arrinconé abrazando mis piernas- Luna no es solo mi mejor amiga y eso lo sabes, todos saben que no la veo como una "amiga". Pero lo que nadie entiende es lo importante y lo que significa ella para mí. Ella es de esas personitas que te alegran los días más oscuros, de aquellas que irradian luz al verla, que desprenden colores sin que se den cuentan. Yo creo que el mundo tiene colores gracias a ella. -sonreí melancólico mientras aguantaba las lágrimas- Ella es mi inspiración, mi centro, me hace feliz, la veo y sonrió, cuando estoy a su lado las horas se detienen para que nosotros podamos seguir disfrutando... simplemente es mi todo absoluto. La amo, Matteo. La amo más que a mi vida. La amo como tú, ni nadie en este mundo jamás la logrará amar.

Lo vi por el rabillo del ojo agachar la cabeza y sentarse entre las sillas junto a la puerta, la puerta que me separaba de ella.

Simón: No dejes que nadie entre. –dije levantándome del suelo.-

Matteo: ¿Qué?

Simón: Solo no dejes que nadie entre. -volví a repetir.-

Sin esperar a que me siguiera o intente detenerme ingrese a la habitación, cerrando la puerta con mucho cuidado. Y de pronto la vi, recostada en esa simple cama, conectada a miles de cables sujetos a una máquina ruidosa. Verla ahí echada, indefensa y sola, me estrujó el corazón, partió lo poco que quedaba de él. Me acerqué lentamente, pensando en cada paso que daba, tratando de seguir manteniéndome de pie.

Simón: ¿Qué te han hecho, bonita? -acaricie su cabello.-

No podía ver el hermoso color de sus ojitos esmeraldas, porque se encontraban cerrados. Su boquita comúnmente rosada, ahora se encontraba de un color pálido, sin vida. Y sus manos, sus manos estaban frías, tan frías que me aterre al tocarlas. Lleve ambas manos a mis labios y las besé, para que así entraran en calor.

Simón: Estas muy quieta, pequeña. ¿Dónde se quedó esa energía e hiperactividad? Quiero a mi pequeño huracán andante devuelta. Quiero que me vuelvas a abrazar, quiero escucharte cantar una vez más, quiero ver tu sonrisa, quiero que nunca nadie la borre. Por favor Luna, despierta de esta gran pesadilla, lucha con esa valentía que siempre demuestras, lucha para seguir aquí, con tus amigos, con tu familia, conmigo. Lucha por mí.

No aguante más y rompí en llanto, caí rendido al suelo, arrodillado ante su cuerpo, suplicando, rogando que todo esto se termine, porque ya no tengo fuerzas, sin ella pierdo todas mis fortalezas.

Luna: Tranquilo, Simón. Este pequeño huracán andante seguirá poniendo tu mundo de cabeza.

Alce mi mirada incrédulo con lo que acababa de escuchar, estaba seguro de que era su voz, su dulce y melodiosa voz. Y no me equivoqué, la tenía en frente, admirándome con ese brillo en los ojos que tanto amaba.

Simón: ¡Luna! -la abracé con todas mis fuerzas, como si nunca antes la hubiera tenido entre mis brazos, como si hubieran pasado siglos de tenerla.-

Luna: Simón, me vas a romper. -río.-

Simón: Lo siento, es que no lo puedo creer, parece un milagro. Cuando... cuando me dijeron que habías tenido un accidente -trague duro- yo pensé... pensé que te había perdido para siempre. -me aferre a su mano colocada en una de mis mejillas.-

Luna: Simón, tu nunca me vas a perder. -acaricio mi mejilla juntando nuestras frentes- Así como tu un día me prometiste nunca apartarte de mi lado, ahora yo te prometo que "Siempre estaremos juntos".

Simón: ¿A pesar de todas las tormentas y peleas que tengamos que pasar?

Luna: A pesar de que vengan mil chicos fresas y mil chulitas, nosotros siempre estaremos juntos, porque lo que nosotros sentimos, va más allá de cualquier amistad. Te quiero mucho, Simón.

Simón: Yo te quiero mucho más, Luna.

ARROBA DISNEY CHANNEL,YA FLASHEE MAL CON ESTA ESCENA. TENGO MIL TEORÍAS Y ESPEROQUE PONGAN LUMON EN ESE CAPÍTULO. SINO LES JURO QUE VOY Y LESQUEMO EL RANCHO. CHAO    

One-Shot ➸ Soy LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora