Don't leave me

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La creciente luz anaranjada del amanecer inundó el cielo.
Regina intentó incorporarse poco a poco, apoyando ambas manos en el suelo y tensando sus brazos hasta darse cuenta de que de sus hombros colgaba la chaqueta roja. Se quedó mirando a la sheriff directamente a sus ojos verdes, dándose cuenta de que esta le había cedido su preciada armadura de cuero. Eso era lo más tierno que nadie había hecho nunca por ella.

El tiempo se detuvo un momento. En el aire solo quedaron sus miradas profundamente conectadas. Y es que tan solo separaban sus labios escasos centímetros de aire que se podrían vencer con tanta facilidad...

La alcaldesa fue la primera en apartar la mirada, haciéndose a un lado y llevándose la mano a la cabeza aún con dolor.

-Toma tu chaqueta...- Se sintió avergonzada al ver las manchas de sangre en la ropa de la rubia.

-¿Tienes idea de dónde estamos o de cómo salir?- Preguntó poniéndose en pie y tendiendole su mano a su amiga.

-No estoy segura...- Cogió su mano y se levantó con cuidado. -Nunca había visitado el mundo tras el espejo...-

-¿Y como salimos?-

-No podemos...- Aseguró sentándose en una roca.

-¿Regina, estás bien?- Se acercó a ella.

-Si, solo necesito...un momento...- Ladeó la cabeza. -Es un mundo de espejos de un solo lado. Nosotras podemos verlos a ellos, pero ellos no a nosotras...-

-¿Eso significa que...-

-No hay modo de salir.-

-Tiene que haberlo.-

-No lo hay. Por eso era la prisión perfecta para ella...-

Emma se paró a pensar. -No, es diferente para ti. Tienes algo que ella no.-

-¿El qué?- Alzó su mirada descafeinada.

-Pues...- Desde luego no iba a decirle que la tenía a ella de su lado, eso sería patético e inútil. -Gente que te quiere.-

La morena guardó silencio unos segundos. -Henry...Él puede ayudarnos.-

La sheriff tensó la mirada, intentando con demasiada fuerza parecer normal. No, no era eso a lo que se refería...

-Notará que no estamos, ¿verdad?- Insistió.

La rubia asintió tímidamente. Tal vez todas aquellas cosas que le había dicho durante la noche no eran más que producto del golpe en la cabeza. Si, debe de ser eso...

-Ayúdame...- Le pidió que la ayudara a levantarse. Aún estaba débil, pero tenían que salir de ahí lo antes posible. -¿Emma?-

-¿Si? Claro...- Conectó con el mundo y volvió a tenderle la mano. -¿Seguro que estás bien, Regina?-

-He sobrevivido a peores golpes...- Le restó importancia intentando mantenerse erguida. -No te preocupes por mí.-

La sheriff le aguantó la mirada desconfiada. No, no estaba bien. Que hubiera pasado por cosas peores no arreglaba nada.

-Creo que lo mejor será que te sientes y yo siga buscando la forma de salir.- Recomendó la rubia.

-De ninguna de las maneras, Emma. No sabemos los peligros a los que nos enfrentamos.- Suspiró apretando los ojos. -Yo estoy bien...-

-No, Regina, no lo estás.- Negó. -Así que siéntate de una vez y deja que yo me encargue del asunto. Puedo hacerlo, ¿de acuerdo?-

-No puedo dejar que hagas eso...- Cogió su brazo cuando la sheriff intentó largarse. -Podría ser peligroso, Emma...-

The World Behind The MirrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora