Capítulo 7: Después

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Ya es domingo por la mañana, la cabeza me da vueltas despues de lo que pasó ayer.
Me levanto de la cama y me voy a dar una ducha. Tomo todas mis pertenencias y me dirijo al cuarto de baño. Mi madre sigue dormida, y no la culpo, está trabajando todo el día al palo, y se merece descansar.
Al pasar el umbral de la habitación del baño, me despojo de mi ropa. Entro a la ducha y abro el agua, mientras cae sobre mi cuerpo desnudo y aflojo todos mis músculos. Cuando el agua se está tornando fría decido salir de la ducha y me voy hacia mi cuarto vestida solamente con la toalla envolviendo mi cuerpo húmedo y mi cabello empapado.
Cuando llego a mi cama encuentro sobre ella alado de mi ropa que asigne para colocarme al salir de la ducha, una carta.
- ¿Qué es esto? - me pregunto en voz alta mientras recojo el pequeño papel.
Cuando lo despliego me aparece una sonrisa en mi cara, es de David. Decía:
"Espero que estés igual de linda como ayer con ésta ropa. No preguntes como hice para que llegue la carta a tu habitación, subir la pared de tu casa hasta tu ventana no fue nada fácil! No sé si harás algo hoy, pero si no tienes nada, ¿Quieres salir conmigo? Espero que tu respuesta sea si! Un beso"
Que emoción, no sé cómo es posible que ese chico sea así conmigo... No lo entiendo pero sin duda alguna hace que se mueva algo en lo más profundo de mi interior. No sé que es, pero aún así, me gusta.
Nunca creí decir esto, pero estoy deseando que sea lunes para verlo.
- Espera, ¿qué estás diciendo? Ve a verlo ahora mismo! Le dices que si saldrás con él y salen. No puede ser tan difícil... - me digo en voz alta.
No es mala idea, entonces, decidí hacerlo. Sé perfectamente como ir hasta su casa, y ya que no tengo su número, no me deja otra opción que ir hasta allí.
Son las 13:15 pm, y yo termino mi plato de fideos con tuco que tanto me gustan y que le quedan tan ricos a mi mamá.
- Madre, voy a salir - le digo, no pidiendo permiso, sino avisándole.
- Y a dónde creer que vas tú? - me pregunta de una manera sarcástica y con una cara seria.
- Iré hasta el colegio, un amigo vive muy cerca de allí y me pidió que vaya para ayudarlo con una materia - miento.
- Hum, ¿con qué materia lo vas a ayudar?
- Lo ayudaré con literatura. Está medio perdido con el programa - no sé ni siquiera por qué le estoy mintiendo, pero es que no quiero que se entere que hay un chico que me gusta..
- Está bien, pero quiero que estés con el celular prendido, en sonido, y quiero que llegues a casa antes de las 21hs. ¿Está claro?
-Si madre - le digo mientras trago saliva y me ahorro mis comentarios que de seguro harían que se enoje y no me dejase salir.
Le doy un beso en el cachete y me marcho. Me coloco mis auriculares y suena la música de Eminem por los parlantes. Estoy tan concentrada en la música que cuando levanto la vista ya veo la edificación del colegio. Sonrio cuando veo que David está sentado en las escaleras.. ¿acaso sabía que vendría? Pero en el acto me paro en seco y mi sonrisa se borra. Veo que él se para y que se le aproxima una chica rubia y con un lindo cuerpo, esa chica me parece familiar... ¿la conoceré? No creo, no conozco a nadie de aquí, más allá de las chicas de volleyball y a David.
Pero... Un momento, esa no es... No, no lo creo... Pero es muy parecida.... No, Sabrina, estás delirando, es obvio que no es...
¿Está con... la "Barbie"? No! No creo que así sea, lo acaba de abrazar y él no le había prestado atención cuando me conoció... ¿Qué es esto? ¿es una broma? Me siento como una tonta! ¿por qué creí que yo le agradaría? ¿por qué fui tan ciega? Era obvio que no siente nada por mi, es obvio que él busca chicas que sean hermosas, y no como yo.
Sigo sin creer en lo ingenua que he sido, realmente me sorprendí a mi misma. Me dispongo a separar la mirada del suelo para ver la cruda realidad otra vez, pero vi algo raro, David está sólo otra vez, y me está mirando con una sonrisa de oreja a oreja.
Me hace una seña para que me acerque, está impecablemente vestido, con unos jeans gastados oscuros, una camiseta negra lisa y unos championes de entrenar.
Sigue mirándome, esperando a que me aproxime a él, pero decido no hacerlo, mi corazón se ha roto un poco con sólo verlo junto a esa chica. No lo puedo creer aún... Me dispongo a mirar el suelo y echar a andar hacia mi casa de nuevo, o tal vez no, capaz me voy a la Rambla, sólo para reflexionar un poco y no estar dónde él pueda ir a buscarme. Sé que es infantil de mi parte ésta actitud, pero realmente me ha dolido. Igual, si llega a ir hasta mi casa y pregunta por mi, mamá va a enterarse que le mentí y se me va a armar un quilombo enorme. Un sarandeo de mi brazo me saca de mis pensamientos y me obliga a darme vuelta. Cuando cumplo ese acto, veo los ojos de David clavándose en los míos. Sus ojos están más brillantes de lo normal y los míos están rojos de llorar, cosa que en realidad no me había dado cuenta que hacía hasta ese momento.
Veo como sus labios se curvan hacia abajo, formando una mueca de dolor y tristeza.
- Por qué te fuiste? - me pregunta con la voz rota.
- Porque tenías mejor compañía - le respondo sin mirar a sus ojos.
- ¿Compañía? ¿Hablas de Micaela? ¿Estás loca? En la última que me fijaría sería en ella. ¿En serio no fuiste a encontrarte conmigo por ella?
- David, sé que piensas que soy una tonta por eso. Pero si, me fui por esa razón. Te veías muy feliz con ella, y yo no quise interrumpir. Realmente lo siento. - se escapa una lágrima y recorre mi mejilla hasta que David la quita de allí en un gesto más que tierno.
- Ella no me interesa en absoluto, me interesas tú, y deberías darte cuenta de ello. Esa chica puede ser cualquier cosa, pero nunca, un interés y una prioridad para mi. Sólo tengo ojos para una chica... - se interrumpe sin terminar la frase para sonreír y clavar su mirada en mis ojos, me pongo nerviosa... Y él prosigue con una amplia sonrisa - y esa chica, eres tú. - me quedo estática, no sé que decir.
Cuando David notó que no diría nada, se acercó a mi y me dio un cálido abrazo, pero cuando se separó de mi cuerpo, volvió a pegarlo, pero ésta vez, dándome un beso en los labios...

Después de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora