Capítulo 1.

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Hola, éste es un fic corto, espero les guste y la disfruten.

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Colocó en un vaso hielos y luego sirvió en éste whisky, para después pararse en la puerta de la cocina viendo a su hija sentada en el sofá, riendo junto a su mejor amigo y el novio de ésta, muchas veces había llegado a preguntarse si al amigo de ella no le era molesto estar en aquellos momentos en los que Hye Rim, su hija, se besaba con Se Hun, el novio de ésta, porque él muchas veces no soportaba ver la escena y eso que no estaba tan cerca como el amigo, o podía ser ya que era el padre de ella, aunque si le molestara que tuviera novio se lo habría prohibido, pero él no tenía límites para Hye Rim porque creía que su hija era responsable lo suficiente como para conocer cuales debían ser sus límites, además que consideraba que no era bueno para la chica después de la pérdida de su madre, a pesar de que eso hubiera pasado hace once años atrás cuando ella sólo tenía siete años.

Vio al amigo de Hye Rim levantarse del sofá y caminar en dirección a la cocina que era la misma en la que él estaba, el chico había sonreído cuando lo vio y él no dudó en devolverle la sonrisa, el amigo de su hija para él era mejor que el novio de ella, no sólo en su comportamiento sino que también le parecía más guapo, pero al final no era que le desagradara Se Hun, sólo había momentos en los que no podía evitar compararlo en cómo sería si ella no saliera con él sino con su amigo, idea que terminaba desechando porque no le gustaba, y que el chico estaba de acuerdo con que la idea no estuviera ahí en su cabeza, al menos eso había sido así en los últimos tres meses en los que encontraban momentos como esos en los que Hye Rim estaba demasiado ocupada como para prestar atención a lo que sucedía a su alrededor, porque él fue el primero en dejar su lugar en el marco de la puerta de la cocina y entró en ésta, sintiendo los pasos detrás de él. Se giró sonriendo de lado cuando vio al amigo de su hija estar detrás de él, y dio un paso hacia atrás cuando el chico se acercó a él.

—Hola Min Ho —susurró acercándose al rostro del chico, sonriendo todavía antes de que sus labios rozasen los del chico.

—Señor Taemin...

—¡Min Ho!

Taemin quiso bufar al escuchar la voz de su hija gritar el nombre de su amigo, pero no podía hacer nada, sólo se sonrieron alejándose y Min Ho salió de la cocina para regresar con Hye Rim y Se Hun. Taemin después de terminar su vaso de whisky se acercó al microondas para comenzar a calentar la cena, sabiendo que esa noche tendrían invitados y lo más probable era que uno se quedara a dormir y el otro tuviera que irse porque él no le permitía quedarse, era así desde que descubrió que Se Hun a mitad de la noche se escabullía en la habitación de su hija, y tal vez ese era el único límite que tenía ella.

—Hye Rim —llamó desde la puerta de la cocina —necesito que me ayudes a colocar la mesa.

—¡Papá, Min Ho te ayudará!

Hye Rim empujó a su amigo del sofá en una acción que ya no les era extraña, porque siempre era así, al menos si Se Hun estaba en la casa, ella se negaría a colocar la mesa y su amigo lo terminaría haciendo por ella, algo que al principio que Taemin le reprimía pero que últimamente era su estrategia para que la chica no estuviera llamando al chico e interrumpiendo el pequeño momento que podían tener.

—Es fácil alejarte de ella —habló cuando en ésta ocasión sin juegos previos besó los labios de Min Ho.

Las manos del chico se posaron en su cintura siguiendo aquel beso que no era nada casto, pero que los dos querían llevar de esa manera, y muchas veces hizo que Taemin llegara a preguntarse por lo qué estaba haciendo con el chico, porque eso iba más allá de que fuera el amigo de Hye Rim, en algún momento empezaron los coqueteos que Taemin se podía culpar de iniciarlos porque el chico le pareció atractivo pero nunca pensó que llegarían hasta el punto de besarse y en más de una vez terminar enredados entre las sábanas siempre cuidando que su hija no notara aquello, porque sentía que él, un hombre de treinta y ocho años nunca iba a ser entendido al tener "una relación" con un joven de diecisiete años casi dieciocho de quien podría ser el padre, después de todo era menor a Hye Rim sólo por unos pocos meses y todavía estaba dentro de lo ilegal lo que tenían, y los dos dudaban que la chica fuera a tomarlo bien.

Pasion efímera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora