La señal

—¡Excelente muchachos!— exclama nuestro coreógrafo con expresión satisfecha, y apuesto a que completamente feliz de que al fin hayamos hecho nuestro baile sin ningún error —Creo que hoy podremos ir a casa temprano— agrega, y al escucharlo todos nos dejamos caer al piso, completamente exhaustos.

—A veces pienso que... que necesitamos vacaciones en calidad de... urgente— murmura Yoongi hyung entre jadeos y yo simplemente me limito a asentir, estoy tan cansado...

—¿Y qué tal si les digo que su deseo se hará realidad?— inquiere una voz, provocando que los chicos y yo nos incorporemos con algo de esfuerzo.

—Manager-nim— saluda Namjoon hyung, haciendo una ligera reverencia al verlo recargado en el marco de la puerta de nuestra sala de ensayo —¿A qué te refieres?—

—A que se les van a dar vacaciones a partir de mañana— contesta sonriendo, y provocando que yo abra los ojos al tope y observe a mis amigos, que al parecer están tan pasmados como yo.

—¿Vacaciones? Quiero decir, ¿Vacaciones de verdad?— inquiere Jungkook, sin poder dar crédito a sus oídos.

—Sí. Dos semanas completamente libres, sin cámaras. — Responde el manager divertido, y luego de explicarnos que este período implica que podremos ir a ver a nuestras familias, todos estallamos en palabras de agradecimiento y un sinfín de reverencias.

—No puedo creerlo ¡De verdad puedo ir a Daegu!— exclamo emocionado, asimilando por fin el hecho de que podré ver a mis abuelos y a mis padres.

—Bueno, bueno, vayamos a casa a ducharnos y preparar nuestras maletas ¿Qué tal?, así mañana que partamos no estaremos tan apresurados— propone Jin hyung y, como si todo el cansancio producido por la práctica hubiera desaparecido, todos nos ponemos rápidamente de pie y seguimos al mayor fuera de la sala.

***

—Bien, entonces nos veremos en dos semanas. — Dice Namjoon hyung mientras se cuelga su mochila al hombro, y luego de despedirnos y de subirnos a las camionetas que la empresa nos preparó para llevarnos hacia nuestros respectivos destinos, me dedico a mirar por la ventanilla y permitir que mi mente divague un poco; anoche tuve un sueño de lo más extraño...

—Estás muy callado, ¿Todo bien?—

—¿El qué?— pregunto, regresando a la realidad y mirando a Yoongi hyung, que simplemente se limita a ladear la cabeza ligeramente.

—Que qué te ocurre. — Repite con seriedad —Desde esta mañana estás más distraído de lo habitual y eso no es normal en ti, ¿No te alegra pasar algunos días en Daegu?— pregunta, y yo no puedo evitar preguntarme por milésima vez por qué algunas personas creen que este hyung no se preocupa por nosotros.

—No es eso, estoy feliz de poder ir a casa— comienzo, interrumpiéndome para dejar escapar un suspiro —; es solo que tuve un sueño anoche y... me descolocó un poco. —

—¿Fue una pesadilla?—

—No— digo, negando con la cabeza —; más bien un recuerdo. Soñé con el día en que conocí a Im Haeri, mi mejor amiga de la infancia—

—Jamás habías hablado de ella— apunta Yoongi hyung con una ceja arqueada.

—Porque hace años que dejamos de hablar, no la veo incluso desde antes de mudarme a Seúl. — Explico —Nos conocimos en el parque cuando teníamos seis años, y como resultó que mis padres y los suyos eran amigos, nuestra convivencia fue tal que nos volvimos inseparables... Pero ella se fue cuando yo tenía catorce porque transfirieron a su padre a América, así que le perdí el rastro. No volví a verla ni a hablar con ella. —