Abrí mis ojos, totalmente grogui, tarde un rato en volver a la realidad. Otra vez estaba soñando cosas absurdas, mis sueños son una mezcla de todo. La mayoría de las veces no los recuerdo bien.
Veo la hora, eran la 1:00 y sábado. Nancy, mi madre, debe de estar de buen humor o no debe estar para haberme dejado dormir tanto, mejor para mí. Suelo dormir en shorts por lo que me levante y me puse una calza para no tener frio, mis pantuflas y una campera. Me acerque a mi balcón (el mejor lugar que tengo para pensar) y note que estaba lloviendo. Es uno de esos días que son para quedarse todo el día encerrada viendo películas, estar en la computadora o escuchar música.
Otro día sintiéndome infeliz con esta vida, hace mucho que no puedo decir que soy realmente feliz. Cuando era pequeña pensaba que mi vida era perfecta, vivía con mi mama, mi papa y mi hermano en la gran ciudad, hasta que mis padres se separaron y mi mama decidió mudarse a otra ciudad. Mi hermano y yo éramos chicos asique no decidimos nada, solo nos fuimos con ella. Nunca me queje pero a medida que fui creciendo, fui notando que mi madre nos ponía en contra de nuestro padre. Al principio no le prestaba atención, pero comenzó a ser un problema ya que creo que a todo el mundo le cansaría que vivan diciendo cosas en contra de una persona y más cuando esa persona es tu padre. Mi papa formo otra familia, la cual nunca me molesto. En lo contrario, prefiero estar con ellos que con mi madre. Ella lo sabe, por lo que me trata mal y me vive gritando.
En cuanto a mi hermano, León, siempre se mantuvo al margen de todo, nunca se quejo de nada pero yo se que tampoco es feliz, el hubiera decidido hace mucho irse con mi padre, pero ambos sabemos que Nancy nunca nos lo perdonaría. Está en el último año de la secundaria, mientras que yo estoy en cuarto. Dos años más de tortura. Nos llevamos un poco más de dos años. Nuestra relacion es bastante buena.
Mis amigas se llaman Melody y Nazarena. Son las mejores amigas que alguien pudiera tener, siempre estuvieron conmigo en las buenas y en las malas. Mis amigos, Harry y Liam, son unas de las mejores personas que pudieras llegar a conocer, siempre te van a apoyar.
- Zoey ¿que pensas hacer hoy? – Me pregunto mi hermano desde el sillón del living, sacándome de mis pensamientos. Sin darme cuenta me encontraba abajo, en la cocina sirviéndome un vaso de jugo.
- Nada, no tengo ganas de nada y vos? – Le respondí, mientras recorría la casa con la mirada viendo si se encontraba mi madre.
- Nada, está lloviendo y si mis amigos no me llaman no pienso salir. Qué raro que no salís, los sábados siempre lo haces – Dijo León. La verdad es que salgo todos los sábados porque mi madre no trabaja y esta todo el día en casa.
Me encogí de hombros – Donde esta mama? – dije, me extrañaba que no se encontrara en este momento gritándome lo que tengo que hacer.
-Tenia turno con el médico, se fue hoy temprano. Dijo que no iba a volver hasta la tarde porque después iba a comprarse ropa – Al escuchar eso no pude evitar sentirme feliz. Lo más seguro es que mi madre no volviera hasta la noche, porque nunca se decide por la ropa y termina cenando fuera, total tiene su auto.
-León, que te parece si invitamos a nuestros amigos y hacemos una tarde de películas? – Sugerí, ya que muy pocas veces teníamos esta oportunidad en un fin de semana. Ninguno de los dos les gusta invitar gente cuando esta mi mama, siempre de alguna manera nos hace pasar vergüenza con sus gritos.
- Esta bien – Dijo mi hermano, que acto seguido corrió escaleras arriba hacia su cuarto.
Me acerque a la ventana a ver cómo caía la lluvia, cuando veo un camión de mudanza estacionada en la casa de al lado, en la esquina. Alguien la compro, estaba en venta desde hace un mes.
