Cap.4 dulce preoridad

275 27 2
                                    

Pasaron dos días, desde entonces no he vuelto a ver a Mero, y mucho menos a ese chico, el simple hecho de pensar en su imagen me cortaba la respiración, me hacía sonrojar, mi corazón latía con tanta fuerza q me hacia daño en el pecho, podría... Ser amor?
Últimamente siento que alguien me sigue, y q no esta solo, pero a saber, son días de mucho estudio, quizá me imagino cosas...
Estaba volviendo de clase y pensé en atajar hasta casa, me encontraba muy cansado...
Atajé por un pasillito que parecía no tener final hasta q...
-Mira a quien tenemos aquí...
Yo me giré asustado.
-Si es nuestro amigo el nerd...
-Qué hace por aquí un mocoso como tú?
Eran tres chicos enormes q me miraban a unos pasos de mi, parecían conocerme, pero no sabía quienes eran.
-A q viene esa cara de susto? -dijo el primero.
-No nos esperabas? -dijo el tercero desde el otro extremo.
-esta es nuestra calle, nadie pasa por aquí. -dijo el del medio.
Yo saqué valor y dije:
-Esta calle no es vuestra, no es vuestra ciudad.
-Qué nos dijo ese mocoso?
-Creo q deberíamos enseñarle a respetarnos, jeje...
El del medio apareció de repente y me dio una patada en el estómago lo que me hizo caer.
-Ugh... -sollocé.
-Qué dices? Q quieres más? Por su puesto.-añadió burlándose mientras me daba patadas repetidas veces.
-Hey, vosotros! Parad ahora mismo!
Todos se giraron, yo no me atrevía a abrir los ojos pero esa voz me era familiar.
-Quién es usted?-dijo uno de los matones aparentemente asustado.
-Eso no es importante, estúpidos, soltadle u os las vereis conmigo!
-E-estúpidos...? C-como te atrev-.
Se escuchó el sonido de un hueso crujiendo y a continuación un chillido de dolor.
-Corred, chicos! -gritó uno de los matones a sus compañeros.
Después se oyó el sonido de zapatillas chocando contra el suelo, supongo q estaban huyendo. -H-hey, t-te han hecho daño...?
Yo abrí los ojos, era ese chico!
-Q-que...?!
-Tu eres... El... El chico de la ultima vez no?
-S-si...
-Y-yo... EH, estas... Estas bien... ?
-s-si, no te preocupes por-.
Me intenté levantar pero no pude, me dolía todo el cuerpo, no me podía mover.
-T-te encuentras bien?!
-Ahg...-me quejé de dolor.
-Vayamos al hospital.
-Q-qué?! N-no, estoy bien!
El me cogió entre sus brazos, yo ya sentía el humo saliendo de mi cabeza.
-Vamos.
-...-no era capaz de decir nada, estaba... Estaba tan avergonzado q no sabía q hacer.
Unas horas después ya habíamos llegado y ya me habían atendido, me había roto algún que otro hueso, pero por lo demás todo estaba bien.
Recibí una llamada de mi madre:
-Cariño, hemos tenido que salir, hasta mañana no volveremos, podrías quedarte en casa de algún amigo?
-P-pero mamá...
El chico me quitó el teléfono.
-No se preocupe está en buenas manos.
-Oh, gracias, eh...
-Nanami, Blue Nanami.
-Ok, gracias Blue, hasta mañana!
-Hasta mañana.
-Queeee...
-Ryota kuusou, no?
-Eh? Si...
-Esta noche te quedaras conmigo si?
-P-pero...
-No queremos q ellos vuelvan no?-Dijo realmente serio.
-N-no... -respondí avergonzado.
Me cogió a caballito y me llevó a su casa, yo me apollé suavemente sombre sus hombros y el paró de andar.
—Oh, s-si te molesta, yo...
—n-no es eso...
Yo colé la cabeza entre su cuello y su hombro por q no seguía hablando, estaba súper colorado, eso me avergonzó q mi también.
—N-nos sentamos?
—C-claro...
A pocos pasos de nosotros había una piedra plana algo mas baja que blue y me sentó ahí, acto seguido se colocó entre mis piernas y bajó la cabeza.
—T-te encuentras bien...?
—Y-yo...Hay algo q...siento, pero... No... No sale de mí decirlo...
—A q te refieres...?
—...—Él calló un momento, cogió la corbata de mi uniforme, tiró de ella y me besó. Me quede extasiado unos instantes y poco después cerré los ojos.
Me sentía como en una nube, no quería q ese momento terminara, hay fue cuando descubrí lo q realmente sentía.
Nos separamos, nos faltaba el aire, nuestras lenguas estaban unidas por un hilo de baba, pero no tardamos apenas unos segundos en volver a besarnos, en un principio eran dulces y delicados pero con la experiencia se volvieron fuertes y desesperados hasta q fuimos interrumpidos:
—Vaya, vaya...
Yo me giré asustado.
—M-Mero!
Ambos nos separamos raudos muertos de la vergüenza.
—B-bájame, por favor... —le pedí a Blue.
—S-sí...

La Banda (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora