Marcas Del Pasado ©

Cap 6: ¿Un hermano?

Después de haber almorzado con los chicos tuvimos que dirigirnos a nuestras clases, por suerte Lily iba a estar a mi lado todo el rato. Al entrar al aula nos sentamos en los asientos que se encontraban en el centro, unos minutos después entro el profesor y dejo en su escritorio un maletín de cuero que es en donde supongo guarda las cosas que necesita; el maestro se colocó en frente de su escritorio y nos saludo con el típico ”Buenos Días" para comenzar su charla de que nosotros somos el futuro del país y que debemos aprovechar la oportunidad que tenemos de estudiar y cosas así, ahora viene lo peor.

- Bueno queridos alumnos.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.- Este año tenemos a una nueva compañera que me gustaría invitar al frente para que se presente ante ustedes.- Me miro y luego se volteo para sentarse.

- Me levante de mi silla y me posicione frente a todos los que se encontraban ahí.- Bueno yo... Yo me llamo Emma Freckman y tengo 17 años.- Voltee a ver al profesor que parecía analizar esas dos tonterias que dije.

- ¿Y que piensas estudiar en la universidad?.- dijo mientras cruzaba sus dedos y colocaba su barbilla ahí.

- Creo que estudiare medicina...

- Es una carrera muy interesa...- No termino lo que iba a decir porque alguien tocó la puerta.- Puede sentarse señorita Freckman.- Se levanto de su asiento y yo me fui al mio.

Al parecer el profesor estaba algo molesto, supongo que era un alumno que llegaba tarde, y en efecto era un chico castaño con algunos reflejos rubios, alto y tenia unos ojos marrones muy lindos.

- Gire hacia Lily y pregunte.- ¿Quien es el?

- Es el hermano de James, se llama Alexander pero todos le dicen Alex.- Dijo con desgana.

- Para ser hermanos no se parecen en nada.- Di por finalizada la conversación para prestar atención a la clase.

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El día había sido fantástico pero un poco agotador, me alegraba el hecho de haber hecho dos amigos y en tan solo un día de seguro mi madre se pondrá loca cuando se lo diga, siempre le pareció genial que yo hiciera amistades y fuera social.

Pero dejando eso de un lado creo que la actitud de Lily al hablarme de Alexander fue un poco extraña, Tal vez tuvieron un problema y ella todavía no lo supera y si... En un pasado fueron algo y ella todavía estaba dolida, un sin fin de ideas pasaban por mi cabeza; tanto fue así que no me di cuenta de que alguien me llamaba.

- ¡Oye! ¡Chica nueva!.- Gritaba alguien detrás de mi. Decidí detener mis pasos y voltearme encontradome con nada mas y nada menos que Alexander.- Vas tan distraída que no te diste cuenta de que se te cayo algo.- Dijo con una sonrisa mientras sostenía con sus dedos mi billetera.

- Oh, gracias olvide que estos bolsillos no sirven de mucho.- Toque los laterales de mi pantalón con cada mano y reía un poco mas bajo de lo normal.- Siempre pierdo mis cosas por culpa de ellos.- Dije mirándolo a los ojos finalmente.- Gracias de igual manera.

- Me dio mi billetera y sonrió.- De nada, Soy Alex ¿y tu?.

- Soy Emma.- le devolví la sonrisa.

Se preguntaran porque no me encontraba nerviosa, es simple, el es un chico cualquiera y yo igual no le veo el mas mínimo sentido a sentirme de esa manera cuando solo esta diciéndome su nombre.

- ¿Eres la chica que estaba esta mañana hablando frente a todos esta mañana cierto?.- Pregunto con las cejas alzadas.- ¡Vaya! Te he salvado de un interrogatorio de parte del profesor.- comenzó a reír negando con la cabeza.

- Supongo... Que debería agradecerte.- reí un poco.

- No es necesario que me agradezcas.

- Bueno tengo que irme, tal vez nos veamos mañana.- Sonreí y me dirigí a la salida pero Alex me detuvo.

- Te puedo llevar, si quieres...

- Es muy lindo de tu parte pero estoy bien yendo en autobús.

- Insisto, de verdad no tengo problema.- Solo le faltaba ponerme ojos de cachorro abandonado.

- Suspire.- Bien iré contigo.

- Excelente.- Soltó mi muñeca y nos fuimos juntos a la salida.

Tal vez suene de locos pero después de haber salido por esas puertas me sentí observada, quizás sea un poco paranoica pero en realidad ese sentimiento se debía a que medio instituto nos miraba como si fuésemos de otro planeta.