¨Le doy un trago a la bebida y pienso que al menos tengo algo que celebrar. Sé que voy a estar mejor, que voy a ser feliz. No falta mucho.¨
¨Nunca aprendo. Me despierto con una devastadora sensación de azoramiento y vergüenza, y al instante sé que hice algo estúpido.¨
¨Son cosas que suceden. Nadie es perfecto.¨
¨(...), literalemente, me encojo. Todo mi cuerpo se pliega sobre sí mismo. Quiero hacerme más pequeña; quiero desparecer. (...) No me entiendo a mí misma; no entiendo la persona en que me he convertido. Dios mío, debe de odiarme. Yo lo hago; o, al menos, odio sta versión de mí misma, (...). Es como si fuera otra persona, yo no soy así. No soy alguien llena de odio.¨