"Tardo un rato en darme cuenta de qué es lo que siento al despertar. Se trata de una sensación de euforia, atemperada con otra cosa: un pavor innominado. Sé que estamos a punto de descubrir la verdad, pero no dejo de tener la sensación de que esta será terrible".
"Puede que no sea más que un autoengaño, otro intento de demostrarme a mí misma que no soy inútil, pero quizá es real".
"[...] y me pregunto por qué estoy haciendo esto. De qué sirve".
"A veces me entran ganas de gritarle: 'Déjame en paz de una vez. Déjame respirar.' Así pues, no puedo dormir y estoy enojada. Me siento como si ya estuviéramos discutiendo aunque la pelea solo tenga lugar en mi imaginación.
Y en mi cabeza, los pensamientos dan vueltas, y más vueltas, vueltas y más vueltas. Tengo la sensación de que me ahogo. ¿Cuándo comenzó esta casa a ser tan jodidamente pequeña? ¿Cuándo mi vida a ser tan aburrida? ¿Es esto lo que de verdad quería? No puedo recordarlo. [...] la necesidad de huir se está volviendo abrumadora."
