Con el año terminando y ya decidido donde se pasaría cada fiesta, Arlene tenia un lío en su cabeza, como podía hacer para callar aunque sea un rato a Cristian, cada mañana era lo mismo, siempre que se levantaba el estaba allí en su casa y siempre la misma pregunta
Cristian: Sal c....
Arlene: No gracias, paso
Cristian: tus palabras duelen ¿sabias?
Arlene: con que otro propósito lo diría
Salieron como cada mañana hacia la escuela, en la entrada se separaron, ella entro sola y el con sus amigos a las risas, aun nadie sabia de que se reían, era un grupo raro, al igual que aplaudían a uno del grupo al conseguir un objetivo, ahora era ella quien lo observaba, pero todo cambiaba cuando el la miraba y le sacaba la lengua como un crió chico, esa vez logro sacarle un sonrisa a ella y se sorprendió, el profesor le llamó la atención a Cristian
Profe: ¿otra vez esta molestando a la señorita Arlene?
Cristian: por supuesto que no, solo es que me gusta su sonrisa
Arlene: pe-pero que dices ¡Idiota!
Profe: todos calmados, sigan haciendo el trabajo, pero ahora formen grupos de 6
Cristian: profe, ya terminamos aquí con la ¡señorita Arlene!
Profe: ¿como?, tan rápido, esta bien salgan pero no quiero oír griterío ni problemas acerca de ustedes
Cristian: esta bien, vamos señorita Arlene
Arlene: s-si..
Salieron y ella le pregunto como es posible que todavía siguiera burlándose del profesor, el sonrio y le dijo que no era aburrido hacer la tarea en clases y que la hizo en la casa, solo le agrego la fecha y los nombres. El sonreía mientras almorzaban en el comedor de la escuela, estaba vacío, no había nadie, le pregunto a Arlene
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¡Ya! Enamorate de mi!!!
Jugendliteraturun chico, loco por una compañera y hará lo imposible para que ella se enamore de el