¡Ya! Enamorate de mi!!!

¡Dejame a mi! la hemana entrometida

Después de que Cristian le contase la situación a medias a Danna, ella decide como nuevo objetivo de vida ayudar a su hermano, ya que junto a ella el se veía feliz, además consideraba a Arlene como parte de la familia de el, para ella no tanto ya que había vuelto hacia poco tiempo con su familia. Al llegar al hotel Danna entra a la habitación primera, y Arlene se queda mirando a Cristian, se ríen y entran a la vez a sus habitaciones. En la madrugada donde ya Danna estaba dormida, ella sale de su cuarto y se dirige al de el, entra sigilosamente ya que el estaba profundamente dormido y se sienta a la par de el en su cama, lo mira unos segundos y lo besa nuevamente, luego de eso sale a caminar a la playa, cuando iba camino hacia el mar Danna le llama la atención

Danna: ¿Arlene, que haces aquí?

Arlene: Solo despejo un poco mi mente

Danna: ahh, ¿te puedo acompañar?

Arlene: ¡Claro!, sabes la primera vez que me trajo aquí, caminamos por toda la costa hablando y peleando, ¿me pregunto, cuando cambie mi destino, donde quedo lo que tenia planeado hacer?

Danna: ¿planeaba, que te detuvo?

Arlene: ¡Adivina!

Danna: ¿mi hermano?

*en medio de la charla aparece Cristian*

Cristian: ¿de que hablan?

Danna: es un secreto, así que no preguntes

Cristian: esta bien, Preciosa ¿de que hablaban?

Arlene: ¡lo que dijo Danna, y no me llames preciosa

Cristian: lo que diga la señorita, ¿puedo sentarme con ustedes?

Danna: ¡Si!
Arlene: ¡claro!

Pasaron esa noche mirado las estrellas y contando historias de cuando eran muy chicos, después Danna se durmió y Cristian la cargó en sus hombros y se dirigieron hacia el hotel, la dejo en su habitación, le dio las buenas noches a Arlene y se dirigió a su cuarto. Al día siguiente golpean la puerta de la habitación de las niñas, Arlene abre la puerta y para su sorpresa, encuentra a Cristian con una bandeja en sus manos