Un desayuno con mi mayordomo pervertido

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Narrador Sebastián

Me dirigí lo más rápido hacia el comedor donde mi querido bocchan ya debería estar desayunando, observe la hora y si, tenía razón ya se me había hecho tarde, así que empecé a caminar más rápido porque si me tardaba un poco mas mi Joven Amo se enojaría, bueno tal vez ya este enojado.

Cuando al fin pude llegar, preste atención como mi peliazul terminaba su desayuno acompañado de Tanaka, bueno al menos no desayunaba solo, podía ver como su bocchan lo mataba con la mirada, tal vez era porque había llegado tarde no lose, reí por lo último. Me acerque a mi Joven Amo para ver si le faltaba algo pero este me ignoro, rápido me di cuenta de lo que sucedía e intente no enojarme, ya que como podía enojarme con la persona que.... ¿amo?, la verdad nunca había pensado que era lo que sentía por él y menos si el también algo correspondido.

Narrador

Al final Ciel no pudo con ese silencio y le pregunto al mayordomo – Te has tardado mucho Sebastián, ¿no te sucede algo?- intentando no hacer contacto con su mayordomo

- Ya le dije que no me pasa nada- dijo con una sonrisa, lo cual hiso dudar al pequeñín, pues Ciel sabía que le mentía o talvez él estaba exagerando.

Después de unos minutos Ciel ya había terminado, así que Sebastián empezó a recoger el plato de su bocchan, aprovechando esto el mayordomo se acercó hacia el peliazul, tanto que puso nerviosos su bocchan, pues sus respiraciones se cruzaban.

- ... Sebastián- dijo sudando frío el peliazul, sabía que pasaría si su mayordomo se acercaba mas - ¿Qué haces?- comentó más nervioso, ¿me dará un beso?, se preguntó, pues temía que pasara.

- Tiene una mancha- dijo al fin el mayordomo sonriendo, agarro una servilleta y limpio a su bocchan el cual temblaba y sudaba frío.

- Permíteme preguntarle Joven Amo, pero usted creyó que lo iba a besar- dijo el mayordomo pícara mente, ya que observaba el sonrojo de vergüenza de su peliazul –Si quiere puedo hacerlo...-

- ¡NO, Y no necesito que me beses, maldito pervertido! - grito Ciel, ya se había cansado que su propio mayordomo se riera de él, se levantó de su silla y se fue a su oficina intentado no ver a Sebastián.

Narrador Ciel

Me aleje lo más rápido de esta escena vergonzosa provocada por su mayordomo y solo por algo insignificante, llegue a mi oficina y entre para poderme sentar en mi silla, no podía creer que Sebastián era un pervertido o yo fui el pervertido por pensar que me iba a besar eso significa que deseaba el beso, esto me provoco asco y me enredo a mí y mis pensamiento, poniéndome en duda, ahora ya no sabía si decir que no fue lo correcto.




Espero que les guste la nueva parte, y ahora el uke duda :v.


Mi mayordomo endemoniado (Kuroshitsuji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora